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Crimen y Corrupción

Simuló su muerte para sobrevivir a ejecuciones militares en Colombia

El colombiano Villamir Rodríguez fue el único campesino que sobrevivió a la trama de sangre de los militares en Catatumbo

Mayo 4, 2022 5:34pm

Updated: Mayo 4, 2022 5:40pm

Un campesino colombiano contó ante el tribunal transitorio de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) cómo fingió su muerte para que militares en la región de Catatumbo no lo hicieran pasar por guerrillero en 2007.

Villamir Rodríguez, entonces con 17 años, caminaba solo por una zona rural de El Tarra, región fronteriza con Venezuela, antes de toparse con tropas del Ejército que lo retuvieron por unas horas. 

Cuando llegó la noche, dos soldados le descargaron una ráfaga de fusil. Rodríguez cayó con dos disparos en el brazo derecho. “Me dejaron ahí [creyendo que estaba] muerto, yo no perdí el conocimiento, escuchaba todo”, dijo el colombiano en entrevista con AFP.

Rodríguez, oyó cuando dieron un aviso por radioteléfono donde decían que habían tenido un combate con el frente 33 de las FARC y que a las 5:00 a.m. llegaría el helicóptero para recoger el cuerpo”. Conteniendo la respiración para no delatarse, vio a los militares acercarse y ponerle una pistola al lado.

Luego aprovechó el descuido de los militares para deslizarse sobre el barro y escapar: “Cuando no encontraron al muerto creo que para ellos fue lo más duro, porque ya me habían reportado como muerte en combate”, dijo a Semana el joven, actualmente con 32 años.

Herido, caminó hasta una finca cercana, donde dos campesinos lo ayudaron. Permaneció allí hasta el amanecer, para luego salir hacia el municipio de El Tarra. En el camino se encontró con una caravana que pasaba por el lugar y al verlo herido también lo auxiliaron.

La JEP presentó un inusual caso durante dos audiencias en la que por primera vez diez militares retirados reconocieron y pidieron perdón por las ejecuciones de 120 civiles que presentaron como rebeldes muertos en combate entre 2007 y 2008 en el Catatumbo.

Según el tribunal que surgió del Acuerdo de Paz de 2016 con la extinta guerrilla de las FARC, las tropas oficiales cometieron al menos 6.402 asesinatos en todo el país entre 2002 y 2008 para aumentar sus estadísticas en la lucha antiguerrillera, en el escándalo de los llamados “falsos positivos”.

Tras escapar, Rodríguez supo que la justicia lo estaba buscando por supuestamente formar parte de los rebeldes que durante décadas han operado en esta región cocalera. Aseguró ante la JEP querer “limpiar su nombre en totalidad” y “aclararle al mundo y al pueblo colombiano que nunca fue un combatiente”.

“Yo elaboré unos falsos documentos” que lo inculpaban, reconoció un jefe de inteligencia del ejército en el Batallón de Infantería 15, desde donde según la JEP se planeó la cacería contra civiles.

Rodríguez, quien explicó que no sabe leer, no pudo distinguir los apellidos bordados en los uniformes camuflados de quienes quisieron matarlo y no logró reconocerlos entre los victimarios que pidieron perdón.

Un general, cuatro coroneles y varios suboficiales, aceptaron su responsabilidad en los crímenes para obtener una rebaja de penas a cambio de reparación para las familias.

La JEP sentenciará a los militares y guerrilleros implicados en crímenes de lesa humanidad durante el conflicto de seis décadas.