Política
El poder de convocatoria de la Iglesia católica en Nicaragua: una amenaza para la dictadura de Ortega
Las relaciones entre el régimen de Ortega y la Iglesia católica atraviesan momentos de gran tensión, marcados por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes y la prohibición de actividades religiosas
Abril 8, 2023 2:46pm
Updated: Abril 8, 2023 2:46pm
El sacerdote panameño Donaciano Alarcón, que fue expulsado de Nicaragua por el régimen de Daniel Ortega el pasado 3 de abril y actualmente se encuentra en Honduras, explicó en una entrevista cómo la dictadura tiene miedo del poder de convocatoria que todavía tiene la Iglesia católica.
“Creo que ese es el poder de convocatoria que todavía existe en América Latina. La Iglesia católica ha pasado por una metamorfosis positiva. Mucha gente lo ve negativo, pero yo lo veo positivo. Ha dejado de ser la mandamás y se ha convertido en una que propone, como muchas otras culturas, un camino hacia la dignidad del hombre”, dijo Alarcón a CNN.
Las relaciones entre el régimen de Ortega y la Iglesia católica atraviesan momentos de gran tensión, marcados por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes y la prohibición de actividades religiosas, entre ellas procesiones como el Vía Crucis.
El dictador Ortega ha llamado "mafia" a sacerdotes, obispos, cardenales y al Papa Francisco, quien hace pocos días calificó al régimen nicaragüense de "dictadura grosera", tras 5 años de persecución política que sufren los católicos en el país centroamericano.
La Iglesia católica de Nicaragua inició el pasado domingo las celebraciones de Semana Santa sin procesiones en las calles, tras la prohibición del régimen de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.
Ni el Gobierno ni la alta jerarquía católica habían notificado formalmente la suspensión de las procesiones en todo el país esta Semana Santa, pero diferentes parroquias informaron de la cancelación de las tradicionales actividades religiosas.
Algunas parroquias alegaron "razones ajenas" y en otros casos se explica que la decisión fue tomada tras la visita de "autoridades policiales".
Además, a comienzos de 2023, la dictadura de Ortega prohibición las procesiones emblemáticas para los católicos, como la de Jesús Sacramentado, que se realiza el 1 de enero; y a mediados de febrero restringió la realización del Vía Crucis.
Organizaciones de derechos humanos y activistas han acusado al régimen de apuntar y reprimir a la Iglesia católica desde las protestas de 2018, cuando los obispos nicaragüenses actuaron como mediadores de un diálogo nacional que buscaba una solución pacífica a la crisis en el país.