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Crimen y Corrupción

Pareja acusada de usar como esclavos a sus hijos adoptivos afroamericanos

En el condado de Kanawha, West Virginia, Donald Ray Lantz, de 63 años, y Jeanne Kay Whitefeather, de 62 años, se enfrentan a serias acusaciones

Usaban como esclavos a sus hijos
Pareja acusada | Captura de pantalla

Junio 27, 2024 10:46am

Updated: Junio 27, 2024 12:58pm

En el condado de Kanawha, West Virginia, Donald Ray Lantz, de 63 años, y Jeanne Kay Whitefeather, de 62 años, se enfrentan a serias acusaciones tras ser imputados por forzar a sus hijos adoptivos afroamericanos a trabajar en condiciones inhumanas y mantenerlos encerrados en un granero.

El martes pasado Lantz y Whitefeather se declararon no culpables ante el tribunal del condado de Kanawha. Las acusaciones incluyen tráfico de menores, uso de menores en trabajos forzados y negligencia infantil con riesgo significativo de causar lesiones graves o, incluso, la muerte.

Según Sky News, las denuncias también señalan violaciones de derechos humanos por seleccionar específicamente a niños afroamericanos para obligarlos a trabajar debido a su raza.

El juez Maryclaire Akers del tribunal de circuito del condado de Kanawha expresó su consternación al describir cómo, según la acusación, los niños fueron "usados básicamente como esclavos". La situación salió a la luz por primera vez en octubre de 2023, cuando un control de bienestar descubrió que dos de los cinco hijos adoptivos de la pareja, de edades comprendidas entre los 6 y los 16 años, vivían en condiciones infrahumanas en una propiedad situada en Sissonville.

Durante la inspección, las autoridades encontraron a un niño de 14 años y a una niña de 16 años encerrados en un cobertizo en condiciones deplorables, vistiendo ropa en mal estado. Whitefeather intentó defenderse afirmando que el granero era un "club de adolescentes" y negó que los jóvenes estuvieran encerrados. Sin embargo, un documento judicial detallado por Metro News reveló que los niños dormían en el suelo de cemento sin colchones, y que uno de ellos tenía heridas abiertas en los pies descalzos. En el cobertizo había un pequeño inodoro portátil sin luz ni agua corriente.

Además, dentro de la casa principal, las autoridades encontraron a una niña de nueve años, mientras que Lantz llegó más tarde con un niño de 11 años y Whitefeather con otra niña de seis. Los vecinos habían reportado previamente que los niños eran forzados a realizar trabajos agrícolas y que se les prohibía entrar a la residencia.

El New York Post informó que los fiscales presentaron evidencia de que la pareja se trasladó de Washington a West Virginia tras enterarse de una investigación por abuso y negligencia. En febrero, vendieron un rancho de 32 hectáreas en Tonasket por 725,000 dólares, y en marzo, otra propiedad en Sissonville por 295,000 dólares. El fiscal auxiliar del condado de Kanawha, Christopher Krivonyak, explicó que estos fondos se usaron para pagar la fianza inicial de 400,000 dólares de la pareja. Ante esto, los fiscales solicitaron que dichos fondos fueran transferidos a un fideicomiso para los niños.

En las audiencias judiciales se reveló que las fianzas de Lantz y Whitefeather se incrementaron a 500,000 dólares cada uno, debido a las acusaciones de que los fondos de la fianza original se habían obtenido mediante actividades de tráfico humano.

El juicio de la pareja ha sido fijado para el 9 de septiembre. A pesar de declararse no culpables, las pruebas y testimonios presentados delinean una narrativa preocupante sobre el presunto maltrato continuo de los niños adoptivos. Según el juez Akers, esta es una de las acusaciones más graves que ha presenciado en su carrera, lo que subraya la seriedad de los cargos que enfrenta la pareja.