Condenan a exsecretaria nazi de 97 años por “asesinato cruel y malicioso” de más de 10 mil personas

Una exsecretaria de un campo de concentración nazi de 97 años fue declarada culpable este martes por su complicidad en el “asesinato cruel y malicioso” de más de 10.000 personas en un campo de concentración de Stutthof en la Polonia ocupada.

Irmgard Furchner fue condenada a dos años de prisión con suspensión de la pena luego de estar en juicio en la ciudad de Itzehoe, en el norte de Alemania, durante más de un año, reportó Infobae. 

La acusada, cuyo rostro permaneció borroso en las fotografías de los medios por orden del tribunal, estaba presente al momento de pronunciarse el veredicto. La condena fue ajustada al pedido de la Fiscalía, que enfatizó en el “significado histórico excepcional” del proceso.

Furchner no habló ante la corte, salvo en últimas audiencias de diciembre, cuando finalmente dijo: “Siento todo lo que sucedió”, sin embargo, no llegó a admitir su culpabilidad. 

Se trata de la primera mujer procesada en década en Alemania por crímenes de la época nazi. Furchner trabajó desde los 18 años en el campo de Stutthof entre 1943 y 1945 como secretaria del comandante Paul Werner Hoppe. Al momento que se cometieron los delitos, fue juzgada en un tribunal de menores por su edad.

Antes del veredicto final, el jurado escuchó a 30 sobrevivientes y familiares de los presos de Stutthof de Estados Unidos, Francia, Austria y los países bálticos. También escuchó a historiadores que dieron detalles del papel que desempeño Furchner para ayudar en el procesamiento burocrático de los prisioneros, así como los métodos de tortura y los procesamientos involucrados en el asesinato de miles de judíos.

Funcionarios de la corte, incluido el juez, visitaron el campo de concentración y encontraron que el escritorio de Furchner en la oficina que compartía con otras secretarias, estaba al lado de las cámaras de gas, un crematorio y una horca.

Se estima que, entre 63.000 y 65.000 personas, incluidos alrededor de 28.000 judíos, fueron asesinados en Stutthof, la mayoría en cámaras de gas o con un tiro en la cabeza.