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Crimen y Corrupción

¿Quién es la exmecanógrafa nazi de 99 años condenada por complicidad en el asesinato de 10.500 personas?

Cuando comenzó el proceso judicial, Irmgard Furchner huyó de la casa de retiro donde vivía, pero finalmente fue hallada por la policía en una calle de Hamburgo

Irmgard Furchner, de 99 años
Irmgard Furchner, de 99 años | screenshot EFE

Agosto 21, 2024 6:59pm

Updated: Agosto 22, 2024 8:18am

El Tribunal Federal de Alemania confirmó este martes la condena de Irmgard Furchner, de 99 años, por su complicidad en el asesinato de más de 10,500 personas en el campo de concentración de Stutthof durante la Segunda Guerra Mundial. 

Furchner, quien trabajó como mecanógrafa en el campo entre 1943 y 1945, fue sentenciada a dos años de prisión en suspenso. La sentencia se basó en la participación de la anciana en la correspondencia administrativa del campo, donde, según se demostró, estaba al tanto de las atrocidades cometidas. 

A pesar de que su defensa argumentó que su rol era meramente administrativo, el tribunal consideró que su conocimiento de los eventos y su participación activa en la administración del campo la hacía cómplice de los crímenes allí cometidos.

Furchner comenzó a trabajar en el campo de concentración de Stutthof en 1943, donde se desempeñó como mecanógrafa y asistente del comandante del campo, Paul-Werner Hoppe

En su rol, Furchner se encargó de la correspondencia del comandante y mecanografió órdenes relacionadas con la ejecución y deportación de prisioneros. Su participación en la maquinaria administrativa del campo fue considerada fundamental para el funcionamiento del mismo, ya que su trabajo permitió la implementación de las políticas de exterminio.

Durante el juicio, que comenzó en septiembre de 2021, se escucharon testimonios de sobrevivientes del campo de concentración de Stutthof, algunos de los cuales fallecieron durante el proceso judicial. 

A pesar de la avanzada edad de Furchner, el tribunal consideró que estaba en condiciones de ser juzgada, aunque las sesiones se limitaron a unas pocas horas diarias.

Cuando comenzó el proceso judicial, Irmgard Furchner huyó de la casa de retiro donde vivía, pero finalmente fue hallada por la policía en una calle de Hamburgo.

Stutthof, ubicado cerca de Gdansk, Polonia, fue el escenario de la muerte de aproximadamente 65,000 personas, incluidos prisioneros judíos, polacos no judíos y soldados soviéticos capturados. Aunque inicialmente el campo se usó para prisioneros políticos polacos, con el tiempo se convirtió en un centro de exterminio.

El comandante de Stutthof, Paul-Werner Hoppe, fue encarcelado en 1955 por su complicidad en los asesinatos en el campo, pero fue liberado cinco años después. 

El caso de Furchner no es el primero en el que se juzga a ancianos por crímenes nazis cometidos durante la Segunda Guerra Mundial. En 2011, la condena del exguardia del campo de exterminio nazi John Demjanjuk sentó un precedente al establecer que ser guardia en un campo de concentración era prueba suficiente para demostrar complicidad en los crímenes cometidos. Este fallo abrió la puerta para que otras personas fueran juzgadas a pesar de su edad avanzada.

Respecto al juicio de Furchner, se considera que este sea uno de los últimos que se llevará a cabo en Alemania por crímenes de la era nazi, aunque todavía se están investigando algunos casos. 

Aunque unas 4,000 mujeres trabajaron como guardias en los campos de concentración, pocas fueron juzgadas después de la guerra. En los últimos años, la justicia alemana ha revisado los casos de al menos otras tres mujeres que trabajaron en campos nazis, pero los juicios no han llegado a completarse debido a la muerte de las acusadas o a su incapacidad física para comparecer.