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Salud

Razones para que los niños coman más frutas y tomen menos jugos

Una de las razones se debe el exceso de zumos puede provocar caries en los niños

Marzo 28, 2022 8:28pm

Updated: Marzo 28, 2022 8:28pm

Cuando se utilizan exprimidores, licuadoras o extractores, las frutas pierden vitaminas, fibra natural y antioxidantes, provocando un aumento de los niveles de azúcar. Al realizar estos procesos, las frutas se exponen a este desgaste nutricional, generando una disminución del valor alimenticio, que en edades tempranas impide que los niños adquieran habilidades fundamentales como masticar, lo que ayuda a promover el apetito, degustar, tragar nuevos sabores y activar los músculos de la mandíbula.

Según la Academia Americana de Pediatría, recomienda no dar zumo de frutas a los niños menores de un año, ya que no ofrece ningún beneficio nutricional en esta edad. Además, el jugo puede aumentar el riesgo de caries y hacer que el bebé prefiera los sabores más dulces en lugar del agua sola.

Para la asociación, se recomienda limitar el jugo a 4 a 6 onzas (120 a 180 mililitros) por día para los niños. Pero el jugo se debe dar como parte de una comida o refrigerio. Para los niños de 7 a 18 años de edad, considera limitar el jugo a 8 onzas (240 mililitros) por día, la mitad de las porciones de fruta diarias recomendadas.

Las investigaciones sugieren que beber pequeñas cantidades de 100% jugo de fruta no afecta al peso del niño. Sin embargo, el jugo de fruta contiene calorías. Al igual que cualquier otro alimento o bebida calórica, demasiado zumo puede contribuir al aumento de peso.

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En este sentido, se recomienda que desde edades tempranas, se incentive a los niños a que prefieran las frutas enteras:

  • Las frutas permiten una mejor digestión gracias a su contenido en fibra. De hecho, ésta es una de las razones por las que se recomienda introducirlas a partir de los seis meses de vida, al iniciar la alimentación complementaria.
  • Hay que optar por introducir piezas de fruta que puedan degustar en sus comidas, en un principio mediante la succión o en purés, y que puedan masticar una vez que les salgan los primeros dientes.
  • Los variados colores, sabores y texturas de la fruta, así como las sensaciones que provocan al tacto, permiten a los pequeños disfrutar de la alimentación complementaria desde el principio.
  • Además de no alimentar, los jugos tienden a saciar y llenar a los niños. Por este motivo, a la hora de comer, los niños tendrán más dificultades para ingerir los alimentos que sí les alimentan.
  • Como es más fácil beber líquido que masticar, esto puede provocar problemas en el desarrollo de la masticación o casos de inapetencia selectiva.
  • El exceso de zumos puede provocar caries. Dar a los niños una gran cantidad de zumos al día, o permitirles beberlos de forma constante en un biberón o vaso, hace que sus dientes de leche estén expuestos a un exceso de hidratos de carbono procedentes de las frutas, lo que se asocia a las caries.
  • Los zumos no ayudan a la diarrea. Cuando un niño está enfermo y tiene episodios de diarrea, siempre es mejor priorizar la ingesta de sueros de rehidratación oral y continuar con la alimentación normal, bajo supervisión médica.
  • De hecho, el consumo de zumos de frutas podría empeorar la situación por su alto contenido en hidratos de carbono, que hace que el intestino supere su capacidad de absorción.