Fundadora de Pussy Riot relata su huida de Rusia como una "novela de espionaje”

Una de las fundadoras de Pussy Riot, la banda rusa de punk feminista famosa por protestar contra el presidente Vladimir Putin, huyó de Rusia disfrazada de repartidora de comida tras ser incluida en la lista de personas buscadas por el Kremlin.

Maria Alyokhina, de 33 años y conocida como Masha, estaba bajo arresto domiciliario por activismo político cuando decidió huir después de que las autoridades le advirtieron que cumpliría el resto de su condena en una colonia penal. Tomó la decisión de salir de Rusia tras su liberación, disfrazándose con un abrigo verde brillante con capucha y una mochila de reparto para eludir a la policía de Moscú.

"Me alegré de haberlo logrado, porque fue una gran cachetada en la cara de las autoridades rusas", exclamó Alyokhina a The New York Times desde un apartamento en Vilnius, la capital de Lituania.

"Todavía no entiendo todo lo que he hecho", señaló.

Las Pussy Riot ganaron la atención internacional cuando cinco miembros, incluida Alyokhina, organizaron una "oración punk" al estilo flashmob dentro de la Catedral de Cristo Salvador de Moscú en febrero de 2012, que el clero ortodoxo ruso consideró "sacrílega". Más tarde fueron detenidas y condenadas a dos años de prisión, lo que enfureció a grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional.

Desde entonces, el grupo se ha ampliado a una docena de personas, que continuaron siendo detenidas por sus actuaciones de guerrilla en apoyo de la libertad de expresión, el feminismo y los derechos LGBT, oponiéndose al Kremlin y la Iglesia Ortodoxa Rusa.

En medio de su huida, Alyokhina dejó atrás su teléfono para evitar ser rastreada y consiguió que un amigo la llevara a la frontera de Rusia con Bielorrusia. La rechazaron varias veces usando su documento de identidad porque las autoridades rusas la habían incluido en una lista de personas buscadas.

Un artista islandés convenció a un país europeo (que permanece en secreto) para que le emitiera documentos que le dieran el mismo estatus que a un ciudadano de la Unión Europea y consiguió pasar de contrabando por la frontera bielorrusa en su tercer intento. Funcionó, y luego subió a un tren con destino a Lituania.

"La semana pasada ocurrió mucha magia", indicó Alyokhina. "Parece una novela de espías".

Añadió que, el hecho de que pudiera salir de Rusia y Bielorrusia reflejaba el caótico estado de los asuntos internos en su país.

La novia de Alyokhina, Lucy Shtein, huyó el mes pasado también disfrazada de mensajera. La pareja y otros miembros de Pussy Riot se unen ahora a las decenas de miles de rusos que han huido de su país.

Alyokhina se está recuperando en Islandia para salir de gira con su banda y recaudar fondos para Ucrania, empezando por un concierto el miércoles en Berlín, Alemania.