Helsinki, la ONG más antigua de Rusia, denunció que su cierre fue un "encargo político"

El Grupo Helsinki de Moscú (GHM), la ONG más antigua de Rusia, denunció este jueves que su liquidación por la justicia rusa fue encargo de las más altas esferas del Gobierno.

"Fue un proceso de liquidación por orden. Teniendo en cuenta nuestra autoridad, quienes lo encargaron fueron las más altas esferas del Gobierno. No sé si la administración del Kremlin, ya que no sé si todavía tiene algún poder", dijo a la agencia Efe Svetlana Astrakhantseva, directora del GHM.

Para Astrajántseva, la decisión judicial del miércoles del Tribunal Municipal de Moscú de disolver el grupo "no fue un juicio", sino "una simple formalización documental de la liquidación del Grupo Helsinki de Moscú", dijo.

Los abogados de la ONG también comentaron que el proceso judicial "siguió la tradición soviética, ya que incluso los asistentes a la vista eran abogados en prácticas elegidos por el tribunal".

"No escucharon nuestros argumentos, no les dieron ningún valor. Mientras tanto, la fiscalía se limitó a repetir la argumentación presentada por el Ministerio de Justicia para nuestra liquidación", explicaron.

En diciembre de 2022, el Ministerio de Justicia ruso pidió el cierre del Grupo Helsinki de Moscú por extender supuestamente sus actividades "fuera de su región", es decir, a la capital rusa. Activistas de derechos humanos dijeron que la acusación es "absurda".

La ONG, fundada en los años 70, rechazó las razones esgrimidas por la Justicia y pidió que se desestimara el recurso. "Las afirmaciones que se hacen son absurdas. Los derechos humanos son extraterritoriales", declaró Valeri Borschev, del GHM.

Los activistas y sus abogados dedicarán a partir de ahora los próximos dos meses a preparar el recurso judicial contra su cierre.

"Aunque con estos tribunales y la interpretación de la ley en Rusia nos sentimos impotentes", admitió Astrajántseva. A esto hay que añadir la "lógica deformada" sobre los derechos humanos, cuya aplicación, recordó, "no conoce fronteras".

Por su parte, Amnistía Internacional (AI) había alertado esta semana del recrudecimiento de la represión política en Rusia. "En los dos últimos años, el gobierno ruso no ha hecho más que intensificar su caza de brujas contra la oposición y las organizaciones de la sociedad civil", afirmó en un comunicado la directora de AI en Rusia, Natalia Zviágina.

Según la representante de la ONG, "ningún crítico, defensor de los derechos humanos o periodista independiente está a salvo de la amenaza de persecución y represión" en este país.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU se unió hoy a la condena internacional que ha suscitado la orden de cierre de una histórica organización defensora de los derechos humanos en Rusia.