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Crimen y Corrupción

Hombre recibe 3 millones de dólares tras pasar casi 18 años en prisión por un delito que no cometió

Alan Hall fue condenado a cadena perpetua en 1986 por el apuñalamiento mortal de un hombre durante un asalto a una vivienda

Venezuela
Alfredo Chirinos denuncia tortura en cárcel de Venezuela | Shutterstock

Agosto 18, 2023 2:40pm

Updated: Agosto 18, 2023 2:40pm

En una sorprendente revelación de los fallos del sistema de justicia, el gobierno neozelandés anunció este viernes una indemnización de 5 millones de dólares neozelandeses (unos USD $3 millones) para Alan Hall, un hombre que pasó casi 18 años en prisión por un delito que finalmente se determinó que no había cometido. 

Alan Hall fue condenado a cadena perpetua en 1986 por el apuñalamiento mortal de un hombre durante un asalto a una vivienda situada en Auckland. Sin embargo, el caso contra él carecía de pruebas forenses sólidas que lo relacionaran con la escena del crimen. Además, había testimonios que apuntaban a un agresor de estatura y etnia diferentes, lo que planteaba serias dudas sobre la validez de la condena.

Finalmente, Hall obtuvo la libertad condicional en 1994, pero solo para volver a ser encarcelado en 2012 debido al incumplimiento de las condiciones de su puesta en libertad. La situación empeoró la pesadilla que había vivido durante casi dos décadas. No fue hasta el año pasado cuando finalmente se le concedió la libertad y el indulto.

El Tribunal Supremo de Nueva Zelanda reconoció que el juicio inicial fue profundamente injusto y planteó serias dudas sobre el funcionamiento del sistema judicial.

Se mencionaron dos posibles explicaciones: "incompetencia extrema" por parte de las autoridades judiciales o una "estrategia equivocada y deliberada para garantizar la condena". 

La Ministra de Justicia, Deborah Russell, anunció que el gobierno había llegado a un acuerdo con Alan Hall, que aceptó una oferta de indemnización de 5 millones de dólares neozelandeses. Esta cantidad pretende compensar en parte los años de sufrimiento y pérdidas que Hall experimentó injustamente en prisión.

En un acto de responsabilidad gubernamental, Russell ofreció una disculpa en nombre del Estado neozelandés. Reconoció que "las disculpas y las indemnizaciones nunca podrán remediar plenamente la injusticia sufrida por Hall".

Aunque se trata de un paso importante, está claro que ninguna cantidad de dinero podrá reparar nunca el daño infligido por un sistema que no protegió los derechos y la libertad de un individuo inocente.