Idaho se prepara para ejecutar al asesino en serie Thomas Creech tras casi medio siglo encarcelado

Thomas Eugene Creech, el asesino en serie con la mayor cantidad de tiempo en una cárcel de Idaho, será ejecutado este miércoles, salvo que se le conceda clemencia en el último momento.

Creech, de 73 años, fue sentenciado a pena de muerte y será ejecutado en la Institución de Máxima Seguridad de Idaho mediante inyección letal por cometer su último delito contra un compañero de prisión en 1981.

David Jensen, un joven discapacitado que cumplía condena por robo de automóviles, fue asesinado con un calcetín lleno de pilas a manos de Creech, que había sido condenado por cometer cinco asesinatos en tres estados. Además, es sospechoso de, al menos, media docena más.

El gobernador de Idaho, Brad Little, aseguró que no tiene "ninguna intención" de detener la ejecución.

"Thomas Creech es un asesino en serie convicto responsable de actos de violencia extrema", expresó Little en un comunicado emitido el 29 de enero. "Su sentencia legal y justa debe ejecutarse según lo ordenado por el tribunal. La justicia se ha retrasado bastante”.

Décadas después de su último asesinato, Creech afirmó que había sido rehabilitado mientras estaba en el corredor de la muerte y sus abogados argumentaron que había pasado los últimos 28 años sin que se le imputara ninguna infracción disciplinaria.

Ahora se le conoce simplemente como “Tom”, un anciano generalmente de buen comportamiento y con inclinación por la poesía. Su intento de obtener un indulto encontró el apoyo de un exdirector de la penitenciaria.

"Algunos de nuestros funcionarios penitenciarios han crecido con Tom Creech", indicó el viernes el director del Departamento Correccional de Idaho, Josh Tewalt. "Nuestro director tiene una relación de larga data con él... Hay una familiaridad y una relación que se ha construido con el tiempo".

Un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos rechazó el viernes un argumento que sostenía que Creech no debería ser ejecutado porque había sido sentenciado por un juez y no por un jurado.

Una exenfermera de prisión, un ex iscal, guardias de prisión e, incluso, el juez que condenó a muerte a Creech presentaron declaraciones respaldando su solicitud de clemencia, que fue denegada en una votación de 3 a 3 el 29 de enero por la Comisión de Indultos y Libertad Condicional de Idaho.

El juez Robert Newhouse del Tribunal del Cuarto Distrito Judicial de Boise, que condenó a Creech a muerte en 1983, argumentó en su declaración a la comisión que Creech debería pasar el resto de su vida en prisión y que ejecutarlo sería "sólo un acto de venganza".

El Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos en San Francisco también denegó la última apelación de Creech en un fallo emitido el sábado.