Honduras imita estrategia de El Salvador y despliega militares para combatir pandillas

El Gobierno hondureño desplegó el lunes a cientos de militares en ciudades y pueblos del interior del país para sumarse a la lucha contra las pandillas criminales o maras, como parte del estado de excepción impuesto a finales de 2022. 

La presidenta izquierdista Xiomara Castro anunció la suspensión de las garantías constitucionales en la capital, Tegucigalpa, y en la norteña ciudad de San Pedro Sula, como parte de una estrategia contra el crimen organizado que ya implicó el envío de 2.000 policías a esas zonas.

En una ceremonia en un batallón de la capital, el ministro de Defensa, José Manuel Zelaya, dijo que "en esta nueva etapa tenemos la tarea de acabar con el narcotráfico, con la delincuencia y también de capturar a los líderes de las bandas".

El despliegue de tropas, que comenzó con cientos de uniformados subidos a camiones, durará seis meses.

El estado de emergencia se prorrogó por 45 días a mediados de febrero y ahora abarca hasta 17 departamentos. Hasta ahora, la participación había sido de la policía nacional civil y la policía militar, pero el gobierno no especificó el número de militares que participarán en las nuevas operaciones.

La medida fue cuestionada por la ONU. Alice Shackelford, coordinadora residente del organismo en Honduras, expresó su preocupación por la incorporación de las fuerzas armadas en tareas de seguridad, argumentando que compromete los esfuerzos por desmilitarizar la seguridad en la nación.

Antes de llegar al poder en enero de 2022, Castro había criticado el uso de los militares en estas tareas durante el mandato del expresidente conservador Juan Orlando Hernández. Ya en la campaña electoral, ofreció "desmilitarizar la seguridad ciudadana". 

La nueva estrategia, denominada "Solución contra la delincuencia", fue adoptada por el gobierno como resultado de la presión de empresarios, transportistas, pobladores y organizaciones gubernamentales, ante el promedio de 10 homicidios diarios registrados en el país, según datos oficiales.