Caso Madeleine McCann: Julia Wendell confesó no ser la niña desaparecida desde hace 16 años

Julia Faustyna Wendell, la joven polaca que aseguró ser Madeleine McCann, la niña británica desaparecida en 2007 mientras estaba de vacaciones con su familia en Portugal, confesó que no es la menor del caso que ha conmocionado al mundo.

La joven de 21 años abrió hace unas semanas una cuenta de Instagram (@iammadeleinemccann) para intentar demostrar que ella era Madeleine McCann, desaparecida en Praia da Luz (Portugal) el 3 de mayo de 2007. Su historia acaparó portadas de periódicos y sitios digitales.

Wendell consiguió reunir más de 1 millón de seguidores en su cuenta de la red social, recopiló y publicó todo tipo de pruebas y evidencias que la emparejaban con la familia McCann: fotos donde se ve el parecido físico, gestos, datos que no entiende sobre su infancia, etc.

En varias ocasiones, Julia declaró que sospechaba que era la pequeña Maddie debido a la falta de información que tiene sobre su infancia, así como a la negativa de sus padres a responder a ciertas preguntas, a hacerse una prueba de ADN o a entregarle la partida de nacimiento, entre otras cosas.

Pero una declaración de la familia de McCann difundida por Zaginieni, una organización que apoya la búsqueda de personas desaparecidas, puso fin a los rumores y aseguró que la joven mentía para ser "famosa". Además, se hacía referencia a una supuesta enfermedad mental que la aqueja.

Entonces Wendell admitió, tímidamente, este viernes 3 de marzo, que ''quizá no sea Madeleine McCann''.

En un directo de Instagram junto a su representante legal, la médium Fia Johansson. A pesar de no estar seguros, ambos afirmaron que tienen ''pruebas'' de que algo ''muy grave'' ha ocurrido en la vida de Julia, lo que confirmaría que si bien no es Madeleine, se trataría de otra niña secuestrada.

Garry y Kate McCann, los padres de Madeleine, la niña británica desaparecida en Portugal | EFE/Kote Rodrigo

Caso Madeleine McCann

Madeleine McCann desapareció mientras estaba de vacaciones en Praia da Luz, un balneario de la región portuguesa del Algarve, y ni los organismos de investigación, ni las autoridades gubernamentales ni sus familiares saben qué ocurrió realmente.

La historia comenzó el 3 de mayo de 2007, pocos días antes del cuarto cumpleaños de la niña. Sus padres, Kate y Gerry McCann, habían dejado a Madeleine y a sus dos hermanos durmiendo en una habitación del hotel Ocean Club, donde se alojaban, para salir a cenar con un grupo de amigos.

El gobierno portugués puso en alerta al país y las fronteras con otras naciones para intentar encontrar rápidamente a la niña desaparecida, mientras los primeros resultados de las investigaciones de las autoridades calificaban el suceso de secuestro, asegurando que Madeleine seguía viva.

Han pasado 16 años y el caso sigue conmocionando al mundo.