Pasar al contenido principal

Derechos Humanos

Nuevo ataque de Daniel Ortega contra la iglesia: Nicaragua prohíbe las procesiones

Ortega, un exguerrillero de 76 años, acusa al clero de confabularse con sus opositores en un fallido golpe de Estado para derrocarlo con el apoyo de Estados Unidos

Septiembre 19, 2022 6:39pm

Updated: Septiembre 19, 2022 6:49pm

La policía de Nicaragua prohibió a la Iglesia católica celebrar la procesión religiosa en honor a San Jerónimo, patrón de la ciudad de Masaya, por motivos de "seguridad pública", según informó el sábado una fuente eclesiástica.

La Arquidiócesis de Managua, que preside el cardenal Leopoldo Brenes, informó que la Policía Nacional le notificó que "por razones de seguridad pública no serán permitidas las procesiones en las festividades" de San Miguel Arcángel y de San Jerónimo”.

Masaya, ubicada a 28 kilómetros al suroeste de la capital, celebra las fiestas patronales el 29 y 30 de septiembre, respectivamente, y se extienden hasta noviembre, siendo una de las más largas en el país.

Ante la medida, la Arquidiócesis de Managua invitó "a los devotos y promesantes de los santos patronos, a tener presente que la fe y devoción son un tesoro que llevamos en el corazón y desde ahí podemos dar el homenaje debido con la fuerza de la herencia ancestral en nuestras comunidades".

Asimismo, explicó que las misas, novenarios y celebraciones litúrgicas propias de ambas festividades, se realizarán según el programa de cada una de las parroquias en los templos respectivos.

Es la segunda vez que la policía prohíbe a la Iglesia católica realizar una procesión. Anteriormente lo hizo con motivo de la clausura del congreso mariano y el fin de la peregrinación de la imagen de la Virgen de Fátima, el pasado 13 de agosto, ambos en la capital.

La Iglesia católica había retomado este año la realización de procesiones, tras dos años de interrupción debido a las medidas de seguridad por la pandemia del covid-19.

La ciudad de Masaya, en 2018, fue considerada una ciudad rebelde, por su rechazo a las medidas de fuerza contra los manifestantes en protesta contra una reforma de la seguridad social y que derivó en una exigencia de renuncia del dictador Daniel Ortega, en el poder desde 2007.

La prohibición de los actos religiosos en la vía pública forma parte de las acciones emprendidas por el régimen nicaragüense  contra la Iglesia católica, que se intensificaron en agosto con el arresto domiciliario del obispo de la diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez.

Las relaciones entre los religiosos y el régimen son tensas desde 2018, cuando los sacerdotes abrieron los templos para atender a los heridos en las protestas contra el Gobierno, que dejaron 355 muertos y cientos de heridos, según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)

Ortega, un exguerrillero de 76 años, acusa al clero de confabularse con sus opositores en un fallido golpe de Estado para derrocarlo con el apoyo de Estados Unidos.