Presión de EEUU a Colombia supuestamente ayudó a los crímenes como los "falsos positivos"

La Comisión de la Verdad de Colombia publicó el jueves documentos desclasificados de Estados Unidos que evidencian el alto nivel de conocimiento que tenía el país norteamericano sobre lo que ocurría en Colombia durante el conflicto y cómo se mantenían los programas de colaboración.

Los documentos se utilizaron para el informe final de la comisión en el que se intenta dar cuenta de las causas y consecuencias del conflicto colombiano, dando cifras de algunos de los crímenes más repetidos en las últimas décadas, como los homicidios, los secuestros y las desapariciones forzadas.

El papel de Estados Unidos en "América y Colombia es crucial. En el conflicto armado ha jugado un rol muy importante, por eso para nosotros era clave tener acceso a qué dice EEUU", señaló el comisionado de paz Alejandro Valencia.

Según Valencia, más de 15.000 documentos que abarcan más de 20 años están ahora disponibles en el sitio web de la Comisión de la Verdad.

Divididos en tres grandes bloques, abordan el Plan Colombia (1998-2006) contra las FARC y el narcotráfico, en el que EEUU fue un aliado clave; la cuestión del narcotráfico, la seguridad nacional y el conflicto (1982-1997); y los orígenes del paramilitarismo y sus vínculos con la fuerza pública (1979-2009).

De acuerdo con el director para Colombia del Archivo de Seguridad Nacional (NSA), Michael L. Evans, los militares colombianos tuvieron "mucha presión" para exagerar la relación entre las FARC y el narcotráfico con el fin de que Estados Unidos siguiera financiando y apoyando los planes contra esta guerrilla.

Las prioridades de Estados Unidos cambiaron de la lucha anticomunista de la Guerra Fría a una más centrada en los antinarcóticos: "Toda asistencia de EEUU dependía del narcotráfico; cuando militares colombianos querían ganar más asistencia, tenían que presentar que los insurgentes y sus objetivos estaban muy vinculados (al narcotráfico)", aseguró Evans.

Los documentos relacionados con el Plan Patriota, un plan militar desarrollado por Álvaro Uribe contra las FARC y el ELN, muestran cómo se utilizaron técnicas para mostrar resultados similares a los planes desarrollados hace 40 años.

Al igual que en la Guerra Fría, los resultados se mostraron a través del "aumento del número de cuerpos". Por lo tanto, hay informes en poder del Departamento de Defensa que evidencian que la ayuda de EEUU a los colombianos consistía en "aumentar el número de cuerpos".

Evans también dijo que es difícil detallar cuánto sabía Estados Unidos sobre los llamados "falsos positivos", ejecuciones extrajudiciales por parte del Ejército colombiano a jóvenes inocentes para completar las bajas en combate.

Esto es así porque muchos de los documentos desclasificados están censurados, aunque hay escritos militares estadounidenses en los que se afirma que "el recuento de cadáveres no es una medida adecuada del éxito y puede ser algo que empeore este fenómeno de las violaciones de los derechos humanos", dijo.

Más información detallada en esta investigación se refiere a los presuntos vínculos entre las fuerzas del Estado y los paramilitares.

Según los documentos, hay un cable del Departamento de Defensa que informa sobre la "supuesta relación entre el presidente Uribe y los narcotraficantes", donde se detalla que un informe de inteligencia desclasificado en su momento vinculaba al presidente colombiano “con Pablo Escobar, jefe del Cartel de Medellín".

En ese mismo cable se habla de que "Uribe muy seguramente tuvo tratos con las paramilitares AUC (Autodefensas Unidas de Colombia) cuando fue gobernador de Antioquia porque iba con el trabajo".

También se revelan hechos como que la embajada, cuando Myles Frechette fue embajador (1994-1997), había pedido a EEUU que demandara al Gobierno de Ernesto Samper para que arrestara al líder de las AUC, Carlos Castaño, porque "la oposición armada había sido comprada por los narcos", algo que no pasó hasta la desmovilización del grupo paramilitar.

"Hemos sido informados por varias fuentes de que el Ejército sencillamente no está interesado en atacar a Castaño o a los paramilitares en general", se puede leer en estos cables.