“Se destapó un secreto que todos sabemos”: revelan maltratos en formación médica en Colombia tras suicidio de residente

La muerte de una residente de medicina en Colombia, que se quitó la vida porque presuntamente no soportó el maltrato y las humillaciones de sus superiores, ha abierto una polémica en el país, donde estudiantes y médicos denuncian que esas prácticas son habituales en la formación universitaria.

La víctima en este caso fue la médica Catalina Gutiérrez Zuluaga, que realizaba su primer año de posgrado como residente de cirugía general en la Universidad Javeriana.

“A todos los residentes, gracias. De cada uno me llevo muchas enseñanzas. Siempre los llevaré en mi corazón. Ustedes pueden. Ánimo. CGZ”, dice una nota dejada por la joven médica.

Tras la muerte de la médica, muchos profesionales que pasaron por situaciones similares han publicado cartas en las redes sociales en las que denuncian que fueron sometidos a humillaciones y abusos laborales durante su etapa de formación.

Algunos señalan que se les obligaba a cumplir jornadas de hasta 20 horas diarias durante semanas enteras, se les castigaba delante de sus compañeros sin justificación alguna y se les ponían tareas que no estaban relacionadas con sus estudios, lo que en algunos casos los llevó a abandonar su sueño de convertirse en especialistas.

“Se destapó un secreto que todos los médicos sabemos”

En entrevista exclusiva con ADN América, el médico Sebastián Rodríguez reveló la realidad de maltrato y explotación laboral que enfrentan los médicos residentes en su proceso de especialización.

“Como le digo, personalmente no me sorprende que pasara lo que pasó, pues lo único es que se destapó un secreto que todos los médicos sabemos y hay muchas cosas que considerar (...) pero eso no quita que el maltrato la empujó a tomar la decisión con una predisposición ya existente”

Rodríguez describió una serie de situaciones humillantes que los residentes soportan de forma habitual. Entre ellas, los insultos y comentarios despectivos de los superiores cuando un residente comete un error o responde incorrectamente a una pregunta. 

Frases como “eres un inútil” o “el portero del hospital sabe más” son habituales en este entorno. Además, a los pacientes se les dice que no se dejen tocar por ciertos residentes, tachándolos de peligrosos.

El médico también mencionó el trato especialmente despectivo que reciben las mujeres residentes, a las que se envía a realizar tareas de limpieza en lugar de participar en actividades médicas.

También se excluye a los residentes de los procedimientos y las rondas médicas, pero se les obliga a permanecer en el hospital hasta que el profesor lo decida.

Al ser preguntado por el origen de estas prácticas, Rodríguez contó que se justifican con la excusa de la “tradición” y con frases como “la letra con sangre entra” o “si no se les maltrata, se convierten en médicos vagos”.

La situación se ha hecho más visible tras el suicidio de la doctora Catalina Gutiérrez Zuluaga, que realizaba su primer año de posgrado como residente de cirugía general en la Universidad Javeriana.

El trágico suceso ha impulsado a muchos residentes a aprovechar la oportunidad para hacer sus denuncias, especialmente aquellos que ya se han graduado y no temen a represalias.

¿Qué dice la Universidad Javeriana sobre este caso?

La Universidad Javeriana dijo este domingo en un comunicado que “revisará e indagará sobre la existencia de situaciones que no estén en línea con nuestro modo de proceder y tomará las medidas que sean necesarias para garantizar el bienestar de la comunidad javeriana”.

“Es un acontecimiento muy duro para nuestra comunidad educativa, que nos llama a reflexionar profundamente, y con humildad, sobre la cultura y los modos de proceder en la formación de nuestros médicos especialistas”, agregó la institución en el comunicado emitido sobre “la triste noticia del fallecimiento de nuestra residente de cirugía Catalina Gutiérrez Zuluaga”.

El mensaje añade que “la formación médica es retadora y desafiante y que en algunos casos implica mucho estrés y presión por las responsabilidades que conlleva”, razón por la cual a partir de la próxima semana la universidad comenzará a hacer reuniones con profesores y “espacios de diálogo” con los médicos residentes “para establecer la mejor línea de acción”.