Michelle Arellano, la niña mexicana con coeficiente similar al de Mark Zuckerberg y Stephen Hawking

Michelle Arellano, una niña de 10 años originaria de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado mexicano de Chiapas, domina cuatro idiomas: inglés, francés, alemán e italiano; y está a punto de ingresar a la universidad para estudiar la carrera de Medicina, profesión a la que se dedican sus padres, según medios mexicanos.

Michelle tiene un coeficiente intelectual de 158, seis puntos más que los registrados por Mark Zuckerberg, el fundador de Meta, y dos menos que el fallecido científico británico Stephen Hawking, destacó El Universal.

La menor es considerada una niña genio, una característica que se identifica en alrededor de tres de cada 100 niños, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Cuando tenía un año y medio de edad, Michelle aprendió a hablar inglés, además de español. A los cuatro años ya sabía leer y escribir, y ahora domina también el francés, italiano y alemán. Además de convertirse en doctora, también tiene entre sus objetivos ser bióloga marina y actriz, según comentó en entrevista con EFE.

"Estoy feliz porque ya acredité, primaria, secundaria, y preparatoria", agregó.

Michelle tendrá ahora la oportunidad de estudiar en la Universidad de Massachusetts, una de las más reconocidas en Estados Unidos. Al respecto, afirmó que desea aprovechar sus estudios para encontrar la cura del cáncer y el autismo. Los dos primeros años de su carrera tendrá que realizarlos vía remota, aunque los siguientes deberá acudir al campus, apuntó Infobae.

Además de sus éxitos académicos, Michelle dibuja, pinta y toca piano. También le gustan deportes como la natación, baloncesto y taekwondo.

A su corta edad, la niña ha demostrado ser excepcional, aunque el camino que ha tenido que recorrer no ha sido sencillo.

Karina Guillén Cruz, madre de la menor, comentó que su hija fue rechazada en cinco escuelas de Tuxtla Gutiérrez bajo el argumento de que los maestros no podían lidiar con su inteligencia. Ante esto, se vio obligada a presionar a las autoridades de la Secretaría de Educación chiapaneca para que pudiera estudiar y, posteriormente, subiera de grado ante su capacidad para aprender.

"Son necesarias más escuelas y que capaciten a los maestros para que puedan entender y enseñarles a los niños con altas capacidades. Muchos de estos niños se pierden porque pasan desapercibidos al diagnosticarlos con déficit de atención o Asperger", explicó a El Universal.

Michelle y su mamá buscan apoyar a padres de niños superdotados, para orientarlos y formar una red de ayuda para que todos tengan más oportunidades de desarrollar su inteligencia.