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Derechos Humanos

Por el hambre, cinco millones de colombianos son menos inteligentes y más pobres 

Por cuenta de la malnutrición y la baja calidad educativa, un niño nacido en Colombia probablemente sólo alcanzará del 50% al 60% de su potencial de ingresos.

Mayo 20, 2022 6:02pm

Updated: Mayo 20, 2022 6:02pm

Unos cinco millones de colombianos son menos inteligentes y, por lo tanto, más pobres a causa del hambre, señaló este viernes una investigación de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (ABACO), donde también se reveló que 500.000 niños del país padecen desnutrición crónica.

Estas cifras se han realizado teniendo en cuenta la prevalencia del retraso en el crecimiento en niños de 0 a 4 años desde 1990 hasta 2015, y muestran 5 millones de personas con menor coeficiente intelectual. 

La investigación publicada en la revista Maternal & Child Nutrition mostró que los adultos que sufrieron desnutrición crónica en los dos primeros años de vida tienen 14,6 puntos menos de coeficiente intelectual, 5 años menos de educación y un 54% menos de salario en la edad adulta.

Durante los tres primeros años de vida se forma el 80% del cerebro de los seres humanos. Por ello, la óptima nutrición es fundamental para garantizar que aumente la masa cerebral y que se conecten las neuronas, indicó la investigación.

Consecuencia de lo anterior y según datos de la Universidad de Cambridge, el producto interno bruto de los países se ve disminuido en aproximadamente un 11% por causa de la malnutrición, reportó La Nación.

De acuerdo con el índice de capital humano del Banco Mundial, por cuenta de la malnutrición y la baja calidad educativa, un niño nacido en Colombia probablemente sólo alcanzará del 50% al 60% de su potencial de ingresos. 

Por otra parte, un reciente estudio publicado en The Lancet afirma que en 95 países de ingresos bajos y medianos, la baja productividad de las personas que sufrieron desnutrición crónica le cuesta al sector privado al menos USD 135.400 millones en ventas al año. Las empresas de los países de América Latina y el Caribe tuvieron las mayores pérdidas. 

Estudios muestran que las apuestas por mejorar la nutrición de un país son costo efectivas y tienen las tasas de retorno más altas entre los proyectos sociales: por cada dólar invertido en programas que previenen la desnutrición crónica, revierten 18 dólares a la sociedad, por cada dólar invertido en proyectos que promuevan la lactancia materna exclusiva revierten 35 dólares a la sociedad.