Coronavirus
Una mujer fue obligada a vivir en cabina telefónica durante confinamiento por COVID-19 en Shanghái
Los policías, vestidos con trajes blancos, se acercaron a la cabina telefónica y la mujer tuvo que retirarse
Mayo 6, 2022 6:35pm
Updated: Mayo 6, 2022 6:36pm
Ante el aumento de casos de COVID-19 en China, los habitantes de Shanghái se vieron obligados a quedarse en confinamiento. Sin embargo, una supuesta trabajadora migrante se vio obligada a vivir con su perro dentro de una cabina telefónica durante este periodo.
Un usuario compartió a través de Twitter las imágenes de la señora, de 50 años, quien aparentemente vivió en ese lugar por un mes. La policía local la habría expulsado del lugar a finales de abril, según la misma publicación.
During Shanghai's lockdown, a woman and a dog lived in a phone booth in Shanghai for a month. She was expelled by police on April 29, 2022. Now she has been found by reporters, and she and her dog are safe.#shanghai #ChinaLockdown #china #COVID19 #Omicron pic.twitter.com/r2L74IN2KX
— Pillar Sen (@PillarVonSen) May 4, 2022
"Durante el cierre de Shanghái, una mujer y un perro vivieron en una cabina telefónica durante un mes. La policía la expulsó el 29 de abril de 2022", contó la usuaria PillarVonSen.
A pesar de las dificultades que enfrentó, algunos vecinos se apiadaron de ella y en repetidas ocasiones le llevaron comida, según Excélsior.
El mismo usuario publicó imágenes donde se observa todos los implementos personales de la mujer desalojada en la calle. Los policías, vestidos con trajes blancos, se acercaron a la cabina telefónica y sin más remedio, la mujer tuvo que retirarse del lugar, el cual habitaba desde enero de este año, según China Youth Daily.
Asimismo, se difundió el caso de un trabajador de la tercera edad, quien no tenía dinero a consecuencia de la COVID-19 y se vio obligado a detener un camión en la carretera para pedir comida.
"Soy un trabajador. Me voy a morir de hambre", dijo, mientras que el conductor le ofreció plátanos y galletas, señaló ADN 40.
Desde marzo, China registró un fuerte aumento en las infecciones diarias de COVID-19, lo que generó preocupaciones sobre los costos económicos de imponer nuevas medidas para contener la enfermedad. La Comisión Nacional de Salud informó de un total de 3.507 casos de transmisión interna con síntomas confirmados en más de una decena de provincias y municipios.