Pastor de California afirma que autoridades sanitarias acosaron a su iglesia por mandatos contra el COVID

Un pastor de California afirmó que su iglesia fue objeto de un trato excesivamente celoso por parte de los funcionarios estatales que intentaron imponer el cumplimiento de estrictos mandatos contra el COVID-19.

El pastor Mike McClure observó que su iglesia Calvary Chapel San Jose y su escuela afiliada estuvieron funcionando durante los cierres. El pastor y su abogado Bob Tyler hablaron con Charlie Kirk en el programa homónimo del fundador de Turning Point USA, describiendo lo que, según ellos, fue una acción de la División de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) del estado.

La iglesia se enfrenta a 3,8 millones de dólares en multas por desafiar los mandatos contra el COVID, dijo McClure, mientras que él personalmente se enfrenta a más de 100.000 dólares en multas por desacato.

Además, según McClure, los funcionarios de salud del gobierno de California exigieron conocer los nombres de los miembros, voluntarios y donantes de la iglesia, y pidieron ver los registros financieros para demostrar que la iglesia sólo abría "por el dinero". Los funcionarios inspeccionaron las reuniones de oración todos los días para garantizar el cumplimiento y se pusieron en contacto con el titular de la hipoteca de la iglesia, indicó.

A principios de este año, el pastor se enfrentó a una audiencia judicial por celebrar servicios religiosos al interior de la iglesia desafiando los mandatos estatales.

La OSHA emitió una orden judicial la semana pasada después de que McClure se negara a dejar entrar a los funcionarios de salud en la iglesia, registró el pastor.

El pastor agregó que si la agencia estuviera haciendo las preguntas "típicas de la OSHA", estaría bien. Sin embargo, los funcionarios querían investigar e interrogar a los empleados.

Tyler describió a McClure como el hombre tanque de la Plaza de Tiananmen que se enfrentó al gobierno de California.

"Vienen con el pretexto de la seguridad de los empleados", pero en lugar de ello están armando la OSHA contra la iglesia, según Tyler, quien consideró que se trata de una "importante cuestión de libertad religiosa".

La membresía de Calvary Chapel se cuadruplicó, ahora son más de 3.000 fieles, comentó McClure, y añadió que más de 500 personas fueron bautizadas.

"Hagan lo correcto y creo que Dios los bendecirá", afirmó el pastor.

No fue posible contactar inmediatamente con la agencia de California para obtener comentarios.