COVID-19: Los Ángeles aprueba mandato de vacunación más estricto de EEUU

Los Ángeles aprobó este lunes algunos de los mandatos de vacunación contra el COVID-19 más estrictos del país. Los residentes mayores de 12 años deberán presentar una prueba de vacunación para ingresar en  restaurantes, gimnasios, cines, salas de conciertos, centros comerciales, museos, salones de belleza, peluquerías, y cualquier otro lugar de la ciudad que exija este requisito.

Las personas con una exención médica o religiosa deben permanecer en las zonas al aire libre de los establecimientos. Si el lugar no dispone de esta área, los clientes tendrán que mostrar una prueba negativa realizada en un plazo de 72 horas, según la orden del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles.

Los negocios o locales que no cumplan la orden se enfrentarían una serie de sanciones, desde una advertencia hasta multas de 1.000 dólares. Después de la cuarta infracción, las empresas serán multadas con 5.000 dólares.

Los mandatos serán aplicados bajo el nuevo programa SafePassLA, lanzado este 8 de noviembre y que iniciará el próximo día 29.

El Ayuntamiento de Los Ángeles votó a favor de estas medidas a principios de octubre con el objetivo de frenar la propagación del COVID-19 en entornos de mayor riesgo.

“Estados Unidos tiene una larga historia con las vacunas, demostradas científicamente que son seguras, eficaces, fiables y necesarias", dijo el concejal Mitch O’Farrell en una declaración a The Center Square. “Que todos cumplan con la vacunación nos garantiza una plena recuperación económica y de salud”, añadió. 

Las nuevas medidas se anunciaron días después de que el condado de Los Ángeles adoptara un mandato similar para determinados establecimientos. 

En respuesta a los mandatos decenas de empleados de la ciudad y el condado, incluidos miembros del Departamento de Policía, el Departamento de Bomberos y el Metro, se reunieron en protesta este lunes frente al Ayuntamiento.

Según Los Angeles Times, la multitud coreó “No vamos a cumplir” en protesta contra la ordenanza que indica que los trabajadores de la ciudad tienen hasta el 18 de diciembre para cumplir con el esquema de vacunación o podrían perder sus empleos.