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Derechos Humanos

La izquierda celebra la "libertad de prensa" con caso Julian Assange, pero sus gobiernos muestran los mayores niveles de censura

La izquierda celebra la liberación de Julian Assange como un triunfo de la libertad de prensa, a pesar de que sus propios gobiernos mantienen altos niveles de censura y represión contra los medios de comunicación

Izquierda celebra liberación de Julian Assange
Izquierda celebra liberación de Julian Assange | ADN América / John Palomino

Junio 25, 2024 6:26pm

Updated: Junio 26, 2024 9:53am

La reciente liberación de Julian Assange ha sido celebrada por varios dirigentes de izquierda como un triunfo de la libertad de prensa, pero esto contrasta con la realidad de sus propios países, donde la censura y la represión de los medios de comunicación son permanentes.

Julian Assange, fundador de Wikileaks, llegó el martes a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos para declararse culpable de difundir documentos secretos, a cambio de lo cual recibirá una pena de 62 meses de prisión, equivalente al tiempo que ha estado encarcelado en el Reino Unido, lo que le permitiría salir en libertad.

La justicia estadounidense acusó a Assange de hasta 18 delitos por violar la Ley de Espionaje debido a una de las mayores filtraciones de información clasificada en la historia de Estados Unidos en 2010, que reveló secretos de las guerras de Irak y Afganistán, así como datos sobre los detenidos en la base de Guantánamo, entre otros asuntos.

Según el acuerdo alcanzado con el Departamento de Justicia, Assange, de 52 años y nacionalidad australiana, se declarará culpable de un solo cargo por conspirar para obtener y difundir ilegalmente información clasificada. 

Este acuerdo, revelado en un documento judicial presentado ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos para las Islas Marianas del Norte, aún debe ser aprobado por un juez, con una decisión esperada para el miércoles.

Assange fue detenido por las autoridades británicas el 11 de abril de 2019, tras abandonar la Embajada de Ecuador en Londres, donde estuvo refugiado durante casi siete años. Desde entonces, ha estado en una prisión de máxima seguridad en virtud de una orden de arresto emitida por Estados Unidos. 

Reacciones de la izquierda ante la liberación de Julian Assange

La liberación de Assange llevó a los dirigentes de izquierda a expresar su alegría y celebrar la libertad de prensa, una reacción que resulta irónica, teniendo en cuenta que en muchos de sus países la prensa está fuertemente censurada.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, celebró la liberación del fundador de Wikileaks, señalando que la Estatua de la Libertad sigue siendo un símbolo vivo de justicia.

López Obrador se refirió con este mensaje a otro que había lanzado el pasado mes de febrero, cuando sugirió que Estados Unidos debía trasladar la Estatua de la Libertad a México, donde "sí hay libertad", por este mismo caso.

Sin embargo, México es uno de los países más peligrosos para los periodistas y las medidas estatales han sido insuficientes para abordar este grave problema. La inseguridad para los periodistas ha aumentado y las respuestas del Estado han sido limitadas y poco efectivas, asegura el portal Reporteros Sin Fronteras.

Otro de los líderes latinoamericanos en reaccionar fue el presidente colombiano, Gustavo Petro, quien felicitó a Assange y criticó la prolongada prisión como un atentado contra la libertad de prensa. 

Gustavo Petro, exguerrillero del M-19, mantiene una tensa relación con los medios de comunicación desde que asumió la presidencia en agosto de 2022. Con frecuencia critica a los medios que revelan los diferentes escándalos que sacuden a su gobierno, acusándolos de participar en una campaña de desinformación en su contra y de estar alineados con intereses económicos y políticos que buscan socavar su administración.

Asimismo, Miguel Díaz-Canel, gobernante de Cuba y cercano a la dictadura castrista, denunció el castigo impuesto a Assange como prueba de la falta de respeto a "la libertad de prensa por parte de sus carceleros". 

Como hemos reportado en ADN Cuba, la isla es el país con menos libertad de prensa de América. Se ubica en el puesto 168 a nivel mundial, junto a otros regímenes autoritarios como Rusia, China, Corea del Norte, Afganistán y Eritrea.

Por su parte, el dictador venezolano, Nicolás Maduro, calificó a Assange como un ejemplo de coraje y valentía, y celebró su liberación como un triunfo de la humanidad. 

Sin embargo, desde que Maduro asumió el poder, se intensificaron las medidas gubernamentales contra la pluralidad de los medios en Venezuela. El control oficial sobre las importaciones de papel y suministros ha eliminado las ediciones impresas de numerosos periódicos, mientras que la política de concesión y revocación de licencias ha cerrado 200 emisoras de radio.

En el caso de Evo Morales, expresidente de Bolivia, este destacó la importancia de Assange en "exponer crímenes y mentiras justificadoras de guerras, celebrando su liberación como un día de alegría para la lucha por la paz".

Ello a pesar de que para el portal Reporteros Sin Fronteras, en Bolivia, los ataques, amenazas, censura y hostigamiento por parte del Estado y fuerzas progubernamentales son frecuentes y atentan contra la libertad de prensa. Los ataques a periodistas, especialmente por parte de la policía, se han intensificado.

La celebración de la libertad de prensa por estos gobiernos de izquierda resulta irónica teniendo en cuenta lo que ocurre dentro de sus propios países. Estos gobiernos acostumbran a restringir y censurar a los medios, utilizando tácticas como el monopolio de suministros, la revocación de licencias y el bloqueo de contenidos en internet.