Economía
El FMI advierte que Latinoamérica debe prepararse para "episodios de turbulencia económica”
La advertencia del FMI parece centrarse en Latinoamérica, donde la inflación superó los objetivos de los responsables políticos en todas las principales economías de la región
Enero 11, 2022 12:35pm
Updated: Enero 11, 2022 2:20pm
El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió este lunes que las economías emergentes deben prepararse para "posibles brotes de turbulencia económica", mientras que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés) se prepara para subir las tasas de interés en un intento de combatir la inflación.
Citando las interrupciones causadas por la variante ómicron, los economistas del FMI señalaron que, aunque la recuperación económica mundial de la pandemia por coronavirus debería continuar este año y el próximo, "los riesgos para el crecimiento siguen siendo elevados por la persistente reaparición de la pandemia".
Aunque ómicron parece causar enfermedades y muertes menos graves que las variantes anteriores, su propagación ha seguido asustando a los gobiernos y llevó a la reinstauración de mandatos y restricciones que demostraron obstaculizar el crecimiento económico.
"Dado el riesgo de que esto coincida con un endurecimiento más rápido de la Fed, las economías emergentes deberían prepararse para posibles episodios de turbulencia económica", señalan los economistas, indicando que los países en desarrollo también se enfrentan a una inflación récord y a un aumento notable de la deuda pública.
La Fed ha señalado que subirá las tasas de interés clave de manera más agresiva de lo que había planeado anteriormente, para contrarrestar la inflación desenfrenada en Estados Unidos que está afectando a los hogares y al consumo de este país.
El mes pasado, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed informaron que su proyección mediana para la tasa de los fondos federales aumentaría del 0,1% este año al 0,9% en 2022, al 1,6% en 2023, al 2,1% en 2024 y al 2,5% a "largo plazo".
Esto resulta preocupante para las economías emergentes con deuda denominada en dólares, ya que unas tasas más altas suponen un aumento de los costos de financiación. Las subidas aceleradas de las tasas podrían "agitar los mercados financieros" y "endurecer las condiciones financieras a nivel mundial", explicaron los economistas.
La advertencia del FMI parece centrarse en Latinoamérica, donde la inflación superó los objetivos de los responsables políticos en todas las principales economías de la región.
"Los principales bancos de Wall Street prevén que los aumentos promedio del costo de vida en toda Latinoamérica terminarán el año por encima del 10%, el más alto a nivel mundial, y predicen que la presión sobre los precios al consumidor se extenderá hasta que estén bien adentrados en el año 2022", escribió María Eloísa Capurro en Bloomberg.
Para empeorar las cosas, las monedas latinoamericanas cayeron el mes pasado al tiempo que el dólar se fortalecía después de que los datos mostraran que los Índices de Precios de Productor (IPP) de Estados Unidos aumentó hasta el 9,6% en noviembre, marcando su mayor incremento desde noviembre de 2010.
En toda la región, los bancos centrales respondieron subiendo las tasas de interés y, en los últimos meses, todos los principales bancos centrales de Latinoamérica con objetivos de inflación comenzaron a retirar los estímulos monetarios para reducir los aumentos de precios por encima del objetivo mientras las economías siguen recuperándose de los efectos de la pandemia.
En última instancia, el FMI recomienda que las naciones de economías emergentes "adapten su respuesta en función de sus circunstancias y vulnerabilidades", pero advierte que los bancos centrales que dependen de los aumentos de tasas para luchar contra la inflación deben realizar una "comunicación clara y coherente de los planes de política" para "mejorar la comprensión del público sobre la necesidad de buscar la estabilidad de precios".
Cuando los bancos centrales exponen claramente sus objetivos de política y luego adoptan las medidas necesarias, pero bien establecidas para alcanzar dichos objetivos, los individuos y los mercados pueden destinar productivamente su tiempo y sus recursos.
Es necesario que los banqueros centrales comprendan el papel y las limitaciones de sus herramientas monetarias y no se rindan ante políticas experimentales que solo generan incertidumbre.
Recordando las repercusiones económicas y políticas sufridas tras la respuesta mundial a la crisis financiera de 2008, se entendería por qué esa vía podría volver a ser desastrosa.