La crisis del combustible en Venezuela: cuando la escasez se convierte en norma

Venezuela, país conocido por sus vastas reservas de petróleo, está sumida en una preocupante crisis de gasolina, que se ha convertido en una realidad cotidiana para sus habitantes.

Mientras la nación sudamericana atraviesa una recesión económica sin precedentes, con altos niveles de inflación, escasez de alimentos y un éxodo masivo de su población, la falta de combustible se suma a los desafíos diarios que afronta el país.

A pesar de los informes de "funcionamiento normal" de las gasolineras por parte de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), la realidad es muy diferente sobre el terreno. En varias regiones del país los conductores deben esperar largas horas en interminables colas para conseguir combustible. La escasez de combustible se ha convertido en una rutina para los venezolanos.

Según el economista Rafael Quiroz, actualmente la capacidad de refinación sólo cubre 135.000 barriles diarios de petróleo, muy por debajo de los 250.000 barriles necesarios para cubrir la demanda interna, que incluye los requerimientos de un parque automotor de aproximadamente 4,1 millones de vehículos. Esto significa que las refinerías venezolanas están operando al 10% de su capacidad instalada, lo que pone en duda las afirmaciones de PDVSA sobre el normal abastecimiento de combustible.

La escasez de combustible en Venezuela se atribuye a la falta de inversión y mantenimiento, la pérdida de personal especializado y el deterioro de los procesos de producción y supervisión en la cadena petrolera. La industria petrolera requiere de importantes inversiones para reactivar y recuperar su rumbo, y, sin ellas, la situación no se resolverá.