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Política

Primer ministro ruso admite que su país enfrenta la situación "más difícil" de las últimas tres décadas

"Este tipo de sanciones no se usaron ni siquiera en los tiempos más duros de la Guerra Fría"

Abril 7, 2022 11:12am

Updated: Abril 7, 2022 2:50pm

El primer ministro ruso, Mijail Mishustin, afirmó el jueves que Rusia se enfrenta a su situación "más difícil" en tres décadas debido a las sanciones occidentales sin precedentes, pero advirtió que los intentos de aislar a Moscú de la economía mundial terminarán por fracasar.

"Sin duda, la situación actual podría calificarse como la más difícil en tres décadas para Rusia. Este tipo de sanciones no se usaron ni siquiera en los tiempos más duros de la Guerra Fría", indicó Mishustin ante la Duma, o cámara baja del Parlamento.

Después de que el Kremlin iniciara la invasión de Ucrania, los gobiernos occidentales se unieron en torno a sanciones económicas cada vez más gravosas, las cuales pretenden obligar a Rusia a poner fin a su "operación militar especial", así como a retirar sus fuerzas del territorio de su vecino del sur.

Aunque Rusia anunció que "reduciría drásticamente" sus operaciones militares en Ucrania el mes pasado, varios funcionarios occidentales han advertido que Rusia se prepara para lanzar un ataque en toda regla contra la región ucraniana del Donbás.

Hasta ahora, las sanciones han aislado a Rusia de la red financiera mundial y han bloqueado a los bancos del sistema internacional de mensajería bancaria SWIFT. Los comerciantes también empezaron a rechazar cargamentos de petróleo, lo que representa un nuevo golpe a las vacilantes finanzas de Moscú.

Las sanciones, al parecer, ya comienzan a surtir efecto. Antes de que se anunciaran las medidas punitivas contra Moscú, el gobierno ruso anticipaba un superávit presupuestario de 17.000 millones de dólares en 2022 (aproximadamente el 1% del PIB). Sin embargo, Mishustin explicó el jueves que Rusia gastaría los ingresos de este año en ayudas estatales.

Hasta ahora, el Gobierno ha prometido casi 13.000 millones de dólares en ayudas anticrisis a familias, empresas y ayudas estatales para los ferrocarriles rusos.

Rusia, por su parte, anunció represalias contra Occidente, entre las cuales se incluyen la amenaza de que podría cortar los flujos de energía a Europa si los pagos no se realizan en rublos. Además, el Kremlin introdujo controles de capital -los cuales hacen casi imposible que los inversores extranjeros vendan sus activos industriales y financieros si deciden abandonar Rusia- e incluso ha considerado la posibilidad de nacionalizar las empresas occidentales.  

"Si hay que irse, la producción debe seguir funcionando, ya que proporciona puestos de trabajo. Nuestros ciudadanos trabajan allí", respondió Mishustin.

Si bien algunas empresas comienzan a transferir sus participaciones a compañías rusas a medida que se van, el primer ministro aseguró que la actual situación podría servir para ofrecer nuevas oportunidades de negocio.

"Nuestro sistema financiero, la savia de toda la economía, ha resistido. El mercado de valores y el rublo se están estabilizando. Dudo que cualquier otro país hubiera resistido esto. Nosotros sí", celebró Mishustin.

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