Sacerdote nicaragüense, primer latino rector de la Catedral San Patricio en NY

El sacerdote nicaragüense Enrique Javier Salvo, fue designado rector de la Catedral San Patricio, ubicada en New York y una de las más importantes de Estados Unidos.  

Salvo manifestó a La Prensa que recibió el nombramiento con mucha alegría debido al gran porcentaje latino con el que cuenta la Arquidiócesis de Nueva York. 

A esta Catedral llegan nicaragüenses, también dominicanos, puertorriqueños, peruanos y otros latinos que acostumbran a celebrar y a guardar las fiestas religiosas durante todo el año. Dijo Salvo que es una alegría poder estar ahí con todos ellos.

La Catedral también reviste importancia para el sacerdote porque fue justamente allí donde se ordenó hace 11 años. Además, el padre estuvo allí cuando acudieron de visita el papa Benedicto XVI y el papa Francisco.

Si bien el párroco de la Catedral es el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, las responsabilidades del rector son las mismas que las de cualquier párroco. Es decir, el sacerdote nicaragüense será responsable de la administración de todos los asuntos de la Catedral.

"Estoy a cargo de la vida sacramental, del cuido, de los eventos especiales, (también) estar ahí para la gente cuando llega de todo el mundo, pues llegan desde dignatarios hasta gente que se siente sola y en la necesidad de Dios", explicó.

Salvo lleva casi doce años como sacerdote en Nueva York, siempre ha estado muy involucrado con los hispanos, anteriormente estaba en una parroquia hispana del Bronx. 

El sacerdote nació en Managua en 1972 y se trasladó con su familia a los Estados Unidos en la década de 1980. Sin embargo, su tierra siempre está presente: "Para mi Nicaragua va a ser siempre mi patria. Es donde aprendí mi fe, el fervor y las devociones nicaragüenses como la Purísima que siempre son una parte fundamental en mi sacerdocio", indicó. 

Su familia regresó a Nicaragua en los años 90, pero él se quedó en los Estados Unidos. A pocos meses de ingresar al seminario, Salvo se mudó a Nueva York. "Antes de entrar al seminario yo estuve viviendo en Nueva York y es aquí donde ya por fin comprendí mi llamado al sacerdocio. En esa época vi la mano de Dios que me puso en Nueva York por lo mismo que aquí hay tantos latinos y no hay tantos sacerdotes latinos... pensé que Dios me puso aquí para un propósito", puntualizó el sacerdote.