Nueva York quiere que los migrantes se vayan a vivir a otras ciudades

La ciudad de Nueva York planea distribuir volantes a los migrantes en la frontera sur instándolos a "considerar otra ciudad", ya que allí no se puede seguir albergango a los migrantes, anunciaron el miércoles las autoridades municipales.

"Por favor, considere otra ciudad al tomar su decisión sobre dónde establecerse en EE.UU.", reza el volante, tanto en inglés como en español, que añade que la ciudad no puede garantizar "proporcionar refugio y servicios a los recién llegados".

El alcalde de Nueva York, Adams, dijo que el principal objetivo de los folletos es "combatir la desinformación en la frontera" de que la ciudad proporciona refugio a los inmigrantes.

Desde abril de 2022, la Gran Manzana ha recibido a más de 90000 inmigrantes indocumentados procedentes de la frontera entre Estados Unidos y México. Miles de ellos fueron trasladados a la ciudad por el gobernador de Texas, Greg Abbott, en un esfuerzo por luchar contra las políticas de inmigración del país.

Alrededor de 55000 de esos migrantes están siendo alojados por la ciudad. Sin embargo, con el aumento vertiginoso del número de migrantes y de personas sin hogar en la ciudad, Nueva York se está quedando sin espacio para proporcionar alojamiento, ya que muchos de sus refugios están por encima de su capacidad.

"Declaramos hace varios meses que hemos llegado al límite de nuestra capacidad. No tenemos más espacio en esta ciudad", dijo Adams el miércoles. Unos 2800 inmigrantes llegaron a la ciudad la semana pasada, según las autoridades. "Necesitamos ayuda del gobierno federal".

Adams ha probado una serie de opciones para asegurarse de que todos en la ciudad estén siendo atendidos. La ciudad ha colocado a los migrantes en tiendas de campaña, terminales de cruceros, gimnasios escolares y antiguas instalaciones carcelarias e, incluso, ha considerado la posibilidad de que los residentes de la ciudad alojen a los migrantes en sus casas. Los funcionarios también han considerado la posibilidad de enviar a los migrantes a otros suburbios de Nueva York para ayudar a aliviar la presión.

Debido a la actual crisis migratoria, Adams solicitó suspender la normativa de la ciudad sobre el "derecho al refugio", que garantiza un refugio seguro y protegido a las personas que carecen de él.

La ciudad no tiene suficientes "recursos y capacidad para establecer y mantener lugares de refugio, personal y seguridad para proporcionar un refugio seguro y adecuado", expuso Adams en ese momento. La ciudad prevé que el coste de alimentar y alojar a los inmigrantes alcance los 4000 millones de dólares el año que viene.