La ciudad de Nueva York está dispuesta a permitir los casinos

Los legisladores del estado de Nueva York han dado luz verde a la apertura de casinos en la mayor ciudad del país y sus alrededores como parte de la negociación del presupuesto esta semana, informó The Wall Street Journal.

Se concederán hasta tres licencias de casinos en los cinco distritos de la ciudad de Nueva York, Long Island o el bajo valle del Hudson, según la gobernadora Kathy Hochul.

El estado autorizó por primera vez los casinos al estilo de Las Vegas en 2014, pero solo en zonas del norte del estado. La oportunidad de operar en el sur del estado, alrededor de la ciudad de Nueva York, ha sido recibida con entusiasmo por las empresas de juego.  

Los partidarios de las licencias de casinos generarán miles de millones de dólares de inversión y revitalizarán el sector hotelero de la zona, muy afectado por la pandemia.

"Hay ganas", aseguró el senador estatal Joe Addabbo, un demócrata de Queens que presiona al Estado para que acelere el proceso de licitación de los casinos.

"Estamos deseosos de explorar esta apasionante oportunidad. Nueva York es un mercado de juego excepcional, y creemos que la expansión de los juegos de casino desempeñará un papel fundamental en el resurgimiento del estado tras la crisis de la COVID", confió el presidente de Rush Street, Neil Bluhm, una empresa de juego que también opera un casino en Schenectady, en el norte del estado.

Las Vegas Sands ya se ha reunido con el propietario de los Mets, Steven Cohen, así como con el alcalde de Nueva York, Eric Adams, sobre la posibilidad de abrir un casino junto al Citi Field, informa el WSJ.

Wynn Resorts, Bally's y Hard Rock International también respondieron a una solicitud de información emitida el año pasado por la Comisión del Juego del Estado de Nueva York.

La comisión controlará el proceso de licitación de los posibles casinos, con base en la opinión de los funcionarios electos de la ciudad de Nueva York sobre las solicitudes que surjan de sus distritos. El precio de las licencias tendrá un precio mínimo de 500 millones de dólares, el más alto jamás cobrado por ningún estado en la Unión Americana.

El presupuesto estatal de 220.000 millones de dólares también contempla la suspensión del impuesto de 16 centavos por galón de gasolina durante el resto del año.