Escuelas de New York piden más dinero para acoger a estudiantes inmigrantes

Las escuelas públicas de Nueva York recibirán 12 millones de dólares más del Departamento de Educación (DOE, en inglés) después de que una coalición de organizaciones reclamaran este lunes más fondos para los colegios ante la continua afluencia de inmigrantes a la ciudad. 

Los activistas argumentaron que el dinero otorgado por la agencia, que está bajo el control de la alcaldía local, no es suficiente para apoyar por completo a los cerca de 7,200 niños migrantes que ingresaron al sistema este año escolar.

"Necesitamos más golosinas y menos trucos para todos nuestros estudiantes este Halloween, incluyendo ciertamente a los que pertenecen a familias que han venido aquí en busca de asilo", dijo Lander, quien a principios de este mes pidió al DOE que desembolsara al menos otros 34 millones de dólares, informó el New York Post.

Entre las exigencias de la agencia se incluye la de ubicar a los inmigrantes, muchos de los cuales no hablan inglés, en escuelas apropiadas con el apoyo académico y socio-emocional necesario para satisfacer sus condiciones y desarrollar su potencial académico.

También pidieron más transparencia al DOE, que no proporciona ni actualiza públicamente el número de estudiantes que solicitan asilo cada semana, ni las escuelas en las que se matriculan en los cinco condados.

La concejal Shahana Hanif, presidenta del Comité de Inmigración del Consejo, recordó que más de 5.000 niños en edad escolar han llegado a esta ciudad desde el verano, junto con sus padres en busca de asilo en Estados Unidos.

"Nuestra ciudad debe dar un paso adelante para garantizar que nuestro sistema educativo esté equipado para atender adecuadamente a estos nuevos estudiantes. Tenemos las herramientas para hacer frente a este momento - estamos pidiendo al DOE las medidas de coordinación y transparencia para asegurar que esto se haga", dijo. 

Unos 20.000 inmigrantes han llegado a Nueva York desde el verano, en su mayoría venezolanos, enviados en autobuses desde Texas, sin coordinación con las autoridades neoyorquinas, creando una crisis en los albergues de la ciudad.