Política
México rompe relaciones con Ecuador tras allanamiento de su embajada en Quito
Glas, quien se desempeñó como vicepresidente durante la administración de Rafael Correa de 2013 a 2017, ha sido condenado dos veces en casos de corrupción
Abril 8, 2024 1:59pm
Updated: Abril 8, 2024 2:11pm
El gobierno mexicano ha tomado la decisión de poner fin a sus relaciones diplomáticas con Ecuador luego de que la policía ecuatoriana irrumpiera en la Embajada Mexicana el pasado viernes por la noche con la intención de arrestar al exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas.
Los eventos que condujeron a esta ruptura comenzaron cuando las autoridades ecuatorianas ingresaron por la fuerza a la embajada en la capital, Quito, con el objetivo de detener a Glas, quien se encontraba residiendo allí desde diciembre. Glas había buscado asilo político en la embajada después de ser acusado de cargos de corrupción.
Glas, quien se desempeñó como vicepresidente durante la administración de Rafael Correa de 2013 a 2017, ha sido condenado dos veces en casos de corrupción y actualmente enfrenta nuevos cargos relacionados con el uso indebido de recursos públicos tras un poderoso terremoto en 2016 que dejó cientos de muertos. Inicialmente, fue sentenciado a seis años a fines de 2017 después de que un tribunal lo encontrara culpable de aceptar sobornos de la empresa constructora brasileña Odebrecht a cambio de otorgar contratos estatales a la firma envuelta en escándalos.
Ecuador, que solicitó la autorización de México para ingresar a la embajada a principios de marzo para detener a Glas, argumenta que la oferta de asilo fue ilegal. Según el derecho internacional, a las personas que enfrentan cargos no se les debería otorgar asilo.
La incursión provocó una rápida respuesta del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Ecuador el viernes por la noche. Mientras tanto, el secretario de relaciones exteriores del gobierno mexicano declaró que impugnarán esta acción ante la Corte Mundial en La Haya.
"Esto no es posible. No puede ser. Esto es una locura", expresó Roberto Canseco, jefe de la sección consular mexicana en Quito, a la prensa local después del allanamiento. "Estoy muy preocupado porque podrían matarlo. No hay base para hacer esto. Esto está totalmente fuera de lo normal".
El sábado, Glas fue trasladado en un vehículo blindado desde la fiscalía hasta un aeropuerto, donde abordó una aeronave con destino a la ciudad portuaria de Guayaquil, a 265 millas al sur de Quito.
La agencia correccional de Ecuador anunció que Glas permanecerá bajo custodia en una instalación de máxima seguridad en Guayaquil.
Las autoridades están investigando a Glas por presuntas irregularidades durante su gestión en los esfuerzos de reconstrucción tras un poderoso terremoto en 2016 que dejó cientos de muertos. Además, fue condenado por cargos de soborno y corrupción en un caso separado.
El presidente de Ecuador defendió la decisión, afirmando en un comunicado: "Ecuador es una nación soberana y no permitiremos que ningún criminal permanezca en libertad". López Obrador respondió calificando la detención de Glas como un "acto autoritario" y "una flagrante violación del derecho internacional y la soberanía de México".
Alicia Bárcena, secretaria de relaciones exteriores de México, informó en la plataforma social X que varios diplomáticos resultaron heridos durante el allanamiento, añadiendo que esto violaba la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Los locales diplomáticos se consideran "inviolables" según los tratados de Viena y la ley local, y las agencias de aplicación de la ley no pueden ingresar sin el permiso del embajador. Personas que buscan asilo han vivido en embajadas de todo el mundo durante días o incluso años, como en el caso de la embajada ecuatoriana en Londres, que albergó al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, durante siete años porque la policía británica no podía entrar para arrestarlo.
La decisión de las autoridades ecuatorianas fue condenada por presidentes, diplomáticos y un organismo regional el sábado.
La presidenta hondureña, Xiomara Castro, caracterizó el allanamiento como "un acto intolerable para la comunidad internacional" y "una violación de la soberanía del Estado mexicano y del derecho internacional" porque "ignora el derecho histórico y fundamental al asilo".
La Organización de los Estados Americanos recordó en un comunicado a sus miembros, que incluyen a Ecuador y México, su "obligación" de no "invocar normas del derecho interno para justificar el incumplimiento de sus obligaciones internacionales".
En medio de estas tensiones crecientes entre México y Ecuador, la Embajada Mexicana en Quito permaneció bajo un fuerte resguardo policial después del allanamiento.