La "escena del crimen" mexicana con 150 cráneos resultó ser un sitio ritual de 1.000 años de antigüedad

En 2012, las autoridades mexicanas informaron que habían encontrado una escena del crimen con 150 cráneos en una cueva cerca de la frontera de México con Guatemala. Para saber más sobre qué tipo de crímenes se cometieron en ese lugar, la policía se llevó los huesos a Ciudad de México. 

Una década más tarde, los analistas descubrieron que los cráneos pertenecían a víctimas de sacrificios asesinadas entre los años 900 y 1200 d.C., informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

"Creyendo que estaban ante la escena de un crimen, los investigadores recogieron los huesos y comenzaron a examinarlos en Tuxtla Gutiérrez", señaló el INAH en un comunicado. 

La zona fronteriza de Chiapas, cerca de Frontera Comalapa, es conocida por la violencia, el crimen y el tráfico de personas, lo que llevó a los policías a creer que se trataba de un delito.  

Este miércoles, los expertos dijeron que los cráneos de las víctimas decapitadas podrían haber sido puestos en exhibición dentro de la cueva por una antigua civilización, algo que los conquistadores españoles reportaron haber visto en la década de 1520. 

"Los estantes conocidos como "tzompantli" eran donde los aztecas exhibían las cabezas cortadas de las víctimas de los sacrificios en postes de madera empujados a través de los lados del cráneo", informó The Guardian, cuando se descubrió un estante de trofeos similar en 2015 en las ruinas aztecas del Templo Mayor de la Ciudad de México.

Al principio, los arqueólogos no pensaron que se tratara de una exhibición. La mayoría de los cráneos prehispánicos encontrados en México suelen tener un agujero golpeado a los lados del cráneo y suelen encontrarse en plazas ceremoniales, pero estos cráneos estaban intactos y se encontraron en una cueva.

La mayoría de los cráneos encontrados en la cueva pertenecían a mujeres y ninguno de ellos tenía dientes. 

Este descubrimiento ha llevado a los arqueólogos a recordar a las personas que les informen cuando encuentren cráneos u objetos similares. "Cuando la gente encuentre algo que pueda estar en un contexto arqueológico, no lo toque y notifique a las autoridades locales o directamente al INAH", dijo el arqueólogo Javier Montes de Paz.