Exgobernador detenido acusa a su sucesor de proteger al asesino de dos sacerdotes en Chihuahua

El exgobernador del estado mexicano de Chihuahua, César Duarte (2010-2016), culpó a su sucesor, Javier Corral, de brindar protección a José Noriel Portillo, alias "Chueco", principal sospechoso de asesinar a dos sacerdotes y a un guardia turístico el 20 de junio.

En una carta abierta, Duarte aseguró que, durante el gobierno de Corral (2016-2021), en Chihuahua "los grupos delictivos fueron intocables" y se movieron con total impunidad, lo cual aumentó la inseguridad y la violencia en todo el estado.

Asimismo, aseguró que el grupo delictivo al cual pertenece el "Chueco" está detrás de la muerte de la periodista Miroslava Breach, ocurrida en 2017, y del turista norteamericano Patrick Braxton Andrews, en 2018. Sin embargo, el exfuncionario no brindó pruebas de sus dichos.

Además, acusó que Corral Jurado nunca tuvo la intención de detener al "Chueco", e incluso indicó que sus acciones como gobernador estaban destinadas a destruir toda la estrategia "que había permitido sacar al estado de Chihuahua de una violencia incontenible".

El exgobernador, actualmente preso en Chihuahua por cargos de peculado por más de 96 millones de pesos mexicanos (4,8 millones de dólares), agregó que la actual situación de violencia que enfrenta Chihuahua se debe a las acciones y omisiones de Corral, a quien señaló por usar la justicia para perseguir enemigos políticos y proteger a los grupos criminales, por lo que exigió su castigo.

En respuesta, Javier Corral publicó un escrito en su página oficial, en el cual acusó a la actual gobernadora chihuahuense, María Eugenia Campos Galván, de ser cómplice de César Duarte.

También consideró que la carta del exgobernador es una repuesta a la exigencia de explicaciones que solicitó el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien demandó al gobierno de Chihuahua que aclare por qué no detuvo a "Chueco", a pesar de que existe una orden de aprehensión en su contra.

"Tenía que haber ahí contubernio con autoridades", señaló el mandatario mexicano el miércoles en conferencia de prensa.

Previo al asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, junto con el guía de turistas Pedro Eliodoro Palma, José Noriel Portillo fue acusado de ser el dirigente de una célula del grupo delictivo "Gente Nueva", considerado una pieza clave del Cártel de Sinaloa en Chihuahua.