"Si hablas te meten una bala en la cabeza": la sangrienta represión del régimen de Irán a las protestas

A más de un mes del inicio de las protestas contra el régimen de Irán, los manifestantes aún tienen miedo de hablar sobre la situación que se sufre en el país.

"Si hablas, te meten una bala en la cabeza", afirma Soren, de 32 años, mientras lleva dos dedos al lado izquierdo de la sien y hace el gesto de disparar.

"Sucedió hace unos días, cuando salí a protestar. Las autoridades del régimen me pegaron en la espalda, me patearon y usaron garrotes para golpearme. Dispararon a mi amigo y a otros. Todo por participar en las manifestaciones", recuerda el joven en entrevista con BBC Mundo. 

Varias partes de Irán están actualmente como una zonas de batalla: con bengalas que iluminan el cielo, disparos y escenas sangrientas grabadas en imágenes de video.

"Solíamos tener miedo del régimen, pero ahora el muro del terror se ha derrumbado. Ya nadie tiene miedo", según Soren, quien vive en Saqqez, la ciudad natal de Mahsa Amini, la mujer kurda de 22 años cuya muerte hace tres semanas desató las masivas protestas antigubernamentales.

Amini fue detenida por la "Policía moral" en la capital iraní el 13 de septiembre por presuntamente violar las estrictas reglas del hiyab (pañuelo que cubre la cabeza). La policía dijo que colapsó en un centro de detención después de sufrir un ataque al corazón, pero su familia afirma que los agentes la golpearon en la cabeza y contra uno de sus vehículos.

Las protestas van en aumento y la vida es dura. No hay internet desde hace tres semanas por las restricciones de las autoridades iraníes, quienes también se han encargado de reprimir violentamente las manifestaciones.

Al menos 201 personas han muerto desde que comenzaron las protestas, informó este miércoles la organización Iran Human Rights (IHR), con sede en Oslo.

"La comunidad internacional debe prevenir más asesinatos en el Kurdistán dando una respuesta inmediata", advirtió en conferencia de prensa el director de IHR, Mahmood Amiry-Moghaddam.

Varios grupos defensores de derechos humanos han advertido sobre la represión policial en Sanandaj, la capital de la provincia del Kurdistán de donde Amini era oriunda.

"La ciudad de Sanandaj ha sido testigo de protestas generalizadas y de una sangrienta represión en los últimos tres días", agregó IHR sobre este tema.

"Anoche asesinaron al menos a 20", denunció Farhad, de 36 años y residente en Sanandaj. "Algunos dicen que hasta 40. Más de 70 fueron arrestados. Pero no podemos hablar de eso, porque nos matan. La inteligencia iraní siempre está mirando, filman en secreto. Metieron a mi hermano en la cárcel por motivos políticos".

Otros testimonios recopilados por CNN señalan que, durante la última jornada de protestas en Sanandaj, las fuerzas de seguridad dispararon balas de grado militar contra varias casas.

Videos compartidos en redes sociales también mostraban a un grupo de manifestantes que arrojaba piedras a la policía, mientras que los agentes parecían responder con disparos hacia la multitud.

"No le importamos a nadie. El mundo exterior dice que apoya a Irán, pero nadie lo hace. Nos torturan y asesinan todos los días", lamentó Soren, quien considera que, a pesar del descontento, no se logrará la caída del régimen.

"No se puede cambiar. Son fuertes y siguen matando gente. Nunca nos echaremos atrás, y nos seguirán matando", concluyó.