Rubio critica a Biden por la dependencia del petróleo extranjero

El presidente Joe Biden ha dado un giro de 180 grados en la política energética de EEUU desde sus días en el senado, según argumenta el senador Marco Rubio, republicano de Florida.

En un artículo de opinión publicado por National Review, Rubio señala las declaraciones hechas por el entonces senador Biden durante una audiencia del Comité Senatorial de Relaciones Exteriores el 30 de marzo de 2006.

"¿Alguien piensa que estaríamos en el Medio Oriente si, de hecho, fuéramos energéticamente independientes?" preguntó Biden.

Pero, como presidente, 16 años después, Biden está haciendo exactamente lo mismo: ahora prioriza el petróleo extranjero y obstaculiza la independencia energética, argumenta Rubio.

Bajo la administración Trump, en 2019, la producción de energía superó el consumo por primera vez en 62 años, informó la Administración de Información de Energía de EEUU.

Pero Biden, en lugar de fomentar la producción nacional, ha hecho todo lo posible para obstaculizarla, además de pedirle al dictador venezolano Nicolás Maduro y al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, que aumenten la producción de crudo, dice Rubio.

En su primer día en el cargo, Biden canceló el oleoducto Keystone, prohibió nuevas concesiones de perforación en tierras y aguas federales e implementó una serie de restricciones regulatorias en la industria. A los seis meses de la llegada de Biden a la Casa Blanca, los precios de la gasolina alcanzaron máximos no vistos desde 2008. En junio, el precio nacional promedio de un galón de gasolina regular superó los $5 por galón por primera vez.

Mientras que las Reservas Estratégicas de Petróleo se habían acumulado antes de la administración de Biden, el presidente las está agotando en un esfuerzo por reducir los precios de la gasolina. El Departamento de Energía también anunció recientemente que estaba vendiendo casi un millón de barriles a China, lo que provocó la indignación de Rubio y otros republicanos.

Cuando el presidente Donald Trump asumió el cargo en enero de 2017, había aproximadamente 695 millones de barriles de petróleo en la Reserva Estratégica de Petróleo, según la EIA. Biden anunció por primera vez la liberación de 50 millones de barriles en noviembre, luego otros 30 millones a principios de marzo. Luego ordenó la liberación diaria de un millón de barriles por día durante los próximos seis meses. Al 22 de abril quedaban 547.866.000 barriles, según un informe de la EIA del 5 de julio.

La Casa Blanca había minimizado la liberación de barriles de la SPR, justificando hacerlo como necesario para "abordar el dolor que sienten los estadounidenses en la bomba" y para "reducir los costos para los estadounidenses en el futuro", según dijo el Departamento de Energía  cuando anunció la venta de barriles de la SPR.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo a los periodistas en una sesión informativa el viernes que “cuando se trata del petróleo, es algo que deciden las compañías petroleras. No podemos controlar lo que las empresas petroleras hacen con su petróleo. Debería preguntar a las compañías petroleras adónde envían el petróleo que compran y por qué”.

Pero Rubio sostiene que “Biden se niega a permitir que se produzca más petróleo estadounidense y luego envía petróleo de nuestras reservas estratégicas a otros países”.

Y también advierte que “lo que viene a continuación será aún más vergonzoso para Estados Unidos: el presidente Biden casi con certeza le pedirá al Partido Comunista Chino que heche a andar sus refinerías y envíe productos de petróleo refinado a Estados Unidos. Y estará dispuesto a pagar un alto precio por ello, probablemente eliminando cientos, si no miles, de aranceles que ayudan a la industria estadounidense a competir con la mano de obra china barata y forzada”.

“Pedirle gasolina a China sería miope, ingenuo y desastroso para Estados Unidos”, agrega, describiéndolo como “un golpe estratégico” para el presidente chino, Xi Jinping, quien “no quiere nada más que demostrar la supremacía de China sobre Estados Unidos”.

En un esfuerzo por evitar una mayor dependencia económica de China, Rubio y el también senador republicano de Florida. Rick Scott presentaron la Ley de Prohibición de Exportación de Petróleo de China que prohibe a los EEUU de exportar petróleo y productos derivados del petróleo a China.

“Es absurdo que sigamos exportando petróleo a la China comunista mientras los estadounidenses pagan más de $5 por galón de gasolina aquí en casa”, dijo Scott. “Solo en los primeros tres meses de 2022, enviamos casi 52 millones de barriles de petróleo y petróleo a la China comunista.

“Mientras tanto, las familias aquí que enfrentan precios que se disparan se ven obligadas a elegir entre poner gasolina en sus autos y comida en la mesa para sus hijos. Los estadounidenses deben venir antes que las ventas a la China comunista”.

En marzo, Rubio y otros colegas presentaron proyectos de ley para evitar la importación de petróleo y gas natural de Irán y Venezuela y la compra de petróleo ruso.