Los demócratas entregan Florida: Republicanos critican "concesiones a la brutal dictadura cubana" de Biden

Un grupo de influyentes legisladores republicanos ha emitido una declaración conjunta condenando el reciente anuncio de la administración Biden de “brindar concesiones a la brutal dictadura cubana”.

La declaración se produce a raíz de la decisión del presidente Joe Biden de levantar varias restricciones introducidas por la administración Trump, a saber, eliminar el llamado 'tope' de remesas de $ 1,000 por trimestre, eliminar las restricciones en vuelos entre los EEUU y áreas fuera de La Habana y reinstaurar el Programa de Parole para la Reunificación Familiar Cubana. Si bien los viajes individuales de "persona a persona" permanecerán prohibidos, se permitirán algunos viajes grupales en la categoría de viajes educativos.

Se mantendrán algunas restricciones de la era Trump, como los viajes turísticos y las sanciones contra Fincimex, la firma financiera patrocinada por el gobierno y dirigida por la dictadura militar cubana. Aún así, según los informes, la administración de Biden “se ha involucrado” en conversaciones con el régimen cubano sobre otra entidad no militar para el procesamiento de remesas. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba calificó los cambios de la administración Biden como “positivos pero de alcance muy limitado”.

El portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Ned Price, justificó la medida en un comunicado publicado y dijo que aliviar las restricciones de la era Trump “apoyará las remesas de donaciones a los empresarios cubanos, tanto con el objetivo de empoderar aún más a las familias para que se apoyen mutuamente como para que los empresarios amplíen sus negocios”.

Sin embargo, la explicación del Departamento de Estado plantea dudas, ya que la actual Regulación de Control de Activos Cubanos (CACR) 31 CFR §515.570(g) de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de EEUU ya otorga una licencia general de empresarios para recibir remesas sin el límite de $1,000 .

En una nueva vuelta de tuerca a la ironía política, la relajación de las sanciones por parte de la administración se produjo solo 48 horas después de que el régimen cubano criminalizara más actividades de derechos humanos. El régimen aprobó su nuevo Código Penal con un nuevo conjunto de medidas draconianas para aplastar aún más la disidencia en la isla al tipificar como delito penal que las ONG, los periodistas y particulares tengan acceso a fondos o bienes materiales “con el propósito de sufragar actividades contra el Estado y su orden constitucional”.

En el caso de Cuba, las actividades contra el Estado suelen ser consideradas disidencia pública o defensa de los Derechos Humanos. Los legisladores republicanos criticaron de inmediato la decisión de Biden, calificándola de “traición” a los cubanos que han sufrido bajo la tiranía del régimen de Castro y la administración de Miguel Díaz-Canel.

"Durante las históricas protestas contra el régimen en Cuba el año pasado, el presidente Biden dijo '[l]os Estados Unidos están con los valientes cubanos que han salido a las calles para oponerse a 62 años de represión bajo un régimen comunista'. Sin embargo, hoy, mientras cientos de activistas siguen encarcelados ilegalmente, la Casa Blanca está resucitando la política fallida del presidente Obama de concesiones unilaterales a la dictadura criminal de Castro/Díaz-Canel”, dijeron los legisladores.

“En lugar de apoyar sus súplicas de libertad mediante la expansión de la programación democrática, la radiodifusión, la diplomacia global y las sanciones contra sus opresores, la Casa Blanca de Biden está recompensando a la dictadura comunista más antigua del hemisferio occidental con conversaciones de alto nivel, reducción de sanciones, aumento de los viajes, y acceso a instituciones financieras estadounidenses. Apaciguar al régimen asesino de Cuba no cumple con los requisitos legales de la ley estadounidense y socava el apoyo de Estados Unidos a la oposición democrática de Cuba".

La declaración fue firmada por los senadores estadounidenses Marco Rubio (R-FL), Rick Scott (R-FL), Jim Risch (R-ID), Bill Cassidy (R-LA) y Ted Cruz (R-TX), y Mario Díaz-Balart (R-FL), Michael McCaul (R-TX), Mark Green (R-TN), María Elvira Salazar (R-FL) y Carlos Giménez (R-FL).
 
“El reiterado apaciguamiento de la Administración Biden hacia la dictadura cubana es una traición al compromiso de Estados Unidos con los derechos humanos y la libertad, y con el sufrido pueblo cubano que lucha por una genuina transición democrática”, concluyeron los legisladores.

La decisión de Biden se produce en medio de la mayor migración cubana desde el Mariel Boatlift en 1980, en un momento en que la economía del régimen parece estar desmoronándose. Según el Wall Street Journal, hasta 35.000 cubanos entraron ilegalmente a los EEUU solo el mes pasado.

En septiembre de 2020, el entonces candidato Joe Biden hizo promesas de campaña de “tratar de revertir las políticas fallidas de Trump que perjudicaron a los cubanos y sus familias”. Los informes han indicado que su administración ha estado realizando una revisión de las políticas de Cuba de la era Trump, que se implementaron poco después de que el presidente número 45 asumiera el cargo.

Solo unos meses después de que asumió el cargo en Washington, Trump criticó al régimen cubano por su crueldad y endureció las sanciones económicas. También criticó duramente la decisión de la administración Obama de estrechar las relaciones con la dictadura militar.

“Hicieron un trato con un gobierno que sembró la violencia y la inestabilidad en la región y no consiguieron nada, piénsenlo, no consiguieron nada, lucharon por todo y simplemente no creemos que lo suficiente, pero ahora, esos días han terminado”, dijo Trump en junio de 2017. “Ahora tenemos la sartén por el mango. La relajación de las restricciones a los viajes y el comercio por parte de la administración anterior no ayuda al pueblo cubano. Solo enriquecen al régimen cubano”.

Los informes de los medios, incluida CNN, ya han indicado que la medida de Biden podría tener implicaciones significativas para él y el Partido Demócrata en Florida y otras áreas con una gran población de cubanoamericanos. “La forma en que Biden navegue el asunto cubano podría tener implicaciones políticas, dado que perdió Florida ante Trump en las elecciones de 2020 después de que el expresidente afirmara repetidamente que si Biden ganaba, convertiría a Estados Unidos en un ‘país socialista’, un mensaje que resonó entre los cubanoamericanos”.

Los líderes del exilio cubano en Miami se hicieron eco de esa opinión.

“Biden acaba de entregar Florida al Partido Republicano”, dijo el abogado y presidente de Inspire America, Marcell Felipe, quien también está desarrollando un plan de transición democrática para la isla. Históricamente, cada candidato presidencial demócrata que obtiene el 40 por ciento del voto cubanoamericano gana el estado y su voto electoral. Todos los candidatos demócratas que lo han hecho rechazando las políticas que la administración de Biden anunció ayer. Incluso el presidente Obama los empleó después de ganar su segunda elección. Esta decisión es un suicidio político para los demócratas en las contiendas estatales en Florida".

Por parte de la Cámara del Congreso, el representante Mario-Diaz Balart (R-FL), quien representa uno de los distritos cubanoamericanos más grandes, acudió a Twitter y dijo: “Las concesiones unilaterales de POTUS son una traición a la oposición democrática de Cuba. Sus comentarios fueron inmediatamente retuiteados por el representante Mark Green (R-TN), quien hizo apariciones personales en el área de Hialeah de Miami en la Brigada Cubana 2506 junto al gobernador Ron DeSantis durante las protestas del 11 de julio.

La representante María Elvira Salazar criticó la medida de la administración y tuiteó: “Biden está cometiendo un error histórico al volver a la política fallida de Obama hacia Cuba. Al hacer negocios con la dictadura cubana, un presidente débil está empoderando a un régimen fallido que mata de hambre, oprime y asesina a su pueblo. Increíble."

Por parte del Senado, los legisladores Ted Cruz (R-TX) y Rick Scott (R-FL) pasaron a la ofensiva. Cruz tuiteó: “Una piedra angular de la administración de Biden es apaciguar a los regímenes criminales de todo el mundo. En Cuba, Biden está retomando el asunto donde lo dejó Obama: concesiones catastróficas e injustificables”.

Scott declaró: “El apaciguamiento de Joe Biden con el régimen cubano comunista ilegítimo es ASQUEROSO. La administración afirma que está ayudando a la gente, pero no ha hecho NADA para garantizar la libertad de los presos políticos como José Daniel Ferrer, que son sometidos a torturas físicas y psicológicas en un intento de acabar con su vida. Desde las protestas del 11 de julio, en lugar de apoyar al pueblo cubano amante de la libertad, Joe Biden ha mostrado debilidad y cobardía, inclinándose ante las demandas de un régimen asesino en lugar de defender la democracia y los derechos humanos. Es repugnante y por eso retendré a TODOS los nominados relevantes que han sido informados favorablemente por los comités en el Pleno del Senado hasta que se revoque la decisión”.

El senador Bob Menéndez (D-NJ), emitió un comunicado como presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los EEUU, expresando su decepción.

“Estoy consternado al saber que la administración Biden comenzará a autorizar viajes grupales a Cuba a través de visitas similares al turismo. Para ser claros, aquellos que todavía creen que el aumento de los viajes engendrará democracia en Cuba simplemente se niegan a ver la verdad. Durante décadas, el mundo entero ha estado viajando a Cuba y nada ha cambiado. Durante años, Estados Unidos alivió tontamente las restricciones de viaje con el argumento de que millones de dólares estadounidenses traerían la libertad y nada cambió. Y como advertí entonces, el régimen finalmente se rió de cualquier promesa de aflojar su férreo control sobre el pueblo cubano y terminamos ayudando a financiar la maquinaria que sostiene la continua opresión”.

En la declaración del Departamento de Estado de EEUU, Price concluyó: “Seguimos pidiendo al gobierno cubano que libere de inmediato a los presos políticos, que respete las libertades fundamentales del pueblo cubano y que permita que el pueblo cubano determine su propio futuro”.