Junta Directiva de Disney World demanda al gigante del entretenimiento

En enfrentamiento entre el gobierno del estado de Florida y la compañía Disney ya tiene un nuevo capítulo. Por un lado, está el enorme capital político del que disfruta el gobernador Ron DeSantis en su batalla contra la agenda que impulsan la ideología de género. Y por el otro el enorme capital económico de Disney, una compañía que hasta ahora ha disfrutado de privilegios económicos y administrativos en la Florida.

Ahora, luego de que la compañía Disney demandara en un tribunal federal al gobernador DeSantis por una supuesta represalia por oponerse al llamado proyecto de ley estatal que protege el derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos, el gobierno floridano contrataca con otra demanda.

Los miembros de la nueva Junta Directiva de Disney World, designada por DeSantis, demandaron a la poderosa empresa de entretenimiento, que maneja varios negocios en la Florida.

Los miembros del Distrito de Supervisión de Turismo de Florida Central decidieron por unanimidad demandar a Disney en la corte estatal en el Orlando, y contratacar en la corte federal en Tallahassee, donde Disney los demandó la semana pasada.

La batalla legal comenzó luego de que el gobernador DeSantis le quitó a Disney el control de la administración del distrito en el que la compañía tiene sus parques temáticos de diversiones, un negocio multimillonario que Disney manejó por más de 5 décadas.

La demanda de Disney le pide a un juez que anule la decisión del gobernador.

Disney se opuso a la ley HB 1557, llamada "Derechos de los padres en la educación", a la que la izquierda americana, buena parte de la prensa y las organizaciones que impulsan la  ideología de género, se han empeñado en llamar peyorativamente "No digas gay", a pesar de que en toda la ley no se menciona la palabra gay en ningún lugar, y que nada tiene que ver con una u otra preferencia sexual o de género, sino con la fomentación en las aulas de la discusión sobre conductas sexuales y la teorización ideológica sobre género e identidad sexual.

La ley considera que esa es una conversación que queda en manos de los padres. La prohibición se extiende, en las escuelas públicas (subvencionadas con dinero de los contribuyentes), para todos los estudiantes menores de 18 años. Es decir, aquellos que no alcanzan la mayoría de edad.

El pasado febrero la idea del gobernador DeSantis sobre el estatus privilegiado de Disney fructificó en un proyecto de ley que luego fue aprobado por el Congreso de Florida, dominado por los republicanos, y firmado por DeSantis. La ley ponía fin a más de medio siglo de autogobierno de Disney.

Pero Disney hizo su jugada estratégica, y antes de perder la autonomía firmó acuerdos a perpetuidad con los supervisores estatales, que prácticamente ataban las manos de los nuevos funcionarios nombrados por el gobernador para controlar el distrito de Disney, llamado Reedy Creek.