EXCLUSIVA: Eliecer Jiménez Almeida, un cubano que documenta con sagacidad y sentimiento

Con "Veritas" (2021), Eliecer Jiménez Almeida puede agregar cómodamente el título de "historiador" a su ya excelente carrera de realizador y documentalista. Y es que el cineasta y videoartista cubano de 40 años, logró con este trabajo cinematográfico, reorganizar un compendio de archivos de valor extraordinario a partir de una narrativa cuyo eje es lo humano detrás de un evento netamente y sobre todo, político.

El emotivo "largometraje-documental" revisa el relato oficial sobre la Brigada 2506 que llevó a cabo la invasión de Bahía de Cochinos, y recoge los puntos de vista e historias de primera mano de quienes fueron sus protagonistas, muchos de ellos ya de avanzada edad, residentes en Florida. Para el cineasta esto supone una oportunidad única de preservar esas memorias que inevitablemente desaparecerán con el tiempo.

Por otra parte, se trata de un trabajo fundamental pues contrarresta (y completa) la parte del relato de un acontecimiento que cambió estructuralmente las relaciones internaciones en tiempos de la Guerra Fría, y que para muchísimos cubanos (y no cubanos) nos fue suprimida intencionalmente y desacreditada desde la ficción que son los manuales oficiales del gobierno de Castro.

Jimenez Almeida fundó ikaik films en 2008, un proyecto dedicado al desarrollo de cine experimental de bajo presupuesto. "Veritas", fue mostrado en la feria de arte Documenta 15 (Alemania-2022) y su documental "Persona", de 2014, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en 2019.

El director ha sido invitado como cineasta visitante a la Universidad de Yale, la Universidad de Columbia, la Universidad de Nueva York (NYU), la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY), la Universidad de Miami (UM) y Universidad Internacional de la Florida (FIU).

Su trabajo ha sido exhibido en Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, España, Rusia, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Serbia, China, India, Argentina, Venezuela, Perú, Panamá, El Salvador y Guatemala.

Tiene un máster en Periodismo de la Universidad Internacional de la Florida, realizó estudios de realización de documentales en la EICTV de San Antonio de los Baños y formó parte del Programa de Cine Documental del Instituto Sundance (EEUU-2016). Actualmente es estudiante de doctorado en el Departamento de Lenguas Modernas de FIU, donde investiga el cine de la diáspora cubana. Todas sus películas han sido producidas fuera de la industria.

TRAILER from Eliecer Jiménez Almeida on Vimeo.

ADN: ¿Cuál consideras que es tu característica fundamental como director de cine?

EJA: La persistencia. Un niño de Vertientes normalmente no se convierte en director de cine. He sido marginado por ser guajiro, por ser blanco, por heterosexual… pero nunca me quejo, sigo trabajando. Cuando me expulsaron de la Universidad de Camagüey, seguí trabajando. Cuando me marginaron en Escuela de Cine de San Antonio de los Baños, seguí trabajando. Cuando la Seguridad del Estado me vigilaba, seguí trabajando. En Estados Unidos, además de trabajar, hice mi máster en periodismo, y ahora estoy haciendo un doctorado en lenguas modernas y estudios culturales. La mitad de mi trabajo no ha sido estrenado, pero sigo trabajando. Soy una anomalía del sistema, sin privilegio alguno. Nunca he parado de trabajar. He tenido que creer en mí, ser persistente. 

¿Principal rasgo de tu carácter? 

¡La lealtad! Según la entiendo, es un valor que articula a todas las virtudes humanas. Si quieres saber más sobre mi significado de lealtad pregúntale a mis amigos. 

¿Qué cualidad aprecias más en una persona?

La lealtad, sin comentarios. 

¿Qué esperas de tus amigos?

Yo me entrego a mis amigos, siempre doy lo mejor. Si alguien no logra apreciarlo es que no me conoce, y si no me conoce no me merece. Amigo no es cualquiera.

¿Tu principal defecto?

Soy, como decimos los cubanos: "de mecha corta". Me sucede cuando las palabras pierden su sentido. Una vez que me 'empingo', no veo, no escucho, no siento ni padezco, no hay vuelta atrás.  

¿Tu ocupación favorita?

Debería decirte el cine, pero después de haberle entregado la mitad de mi vida, no ya como profesión, sino como pasión, lo detesto por momentos. Es un mundo pestilente. Me irrita todo lo que está fuera de las películas. La pose de los directores 'avant-garde' (individuos que no saben pegar un plano detrás del otro), que van de maestros por el mundo. La hipocresía con que manipulan a víctimas reales para ganar dinero, recibir un premio o el aplauso de algunas personas, que, a fin de cuentas, viven rodeados de privilegios.

También las mafias, las politiquerías que premian la mediocridad escondida detrás de las otrora minorías oprimidas. El victimismo delante y detrás de la cámara como forma de validación. Da asco tanto egoísmo, sobre todo, porque las películas que hacen están vacías de cine. Por otra parte, la crítica superficial y oportunista que acompaña tamaña banalidad… Yo no tengo la culpa de haber nacido en el cuerpo de un hombre blanco, heterosexual, y exiliado del 'paraíso' socialista de Cuba. No estoy seguro de que el cine sea mi ocupación favorita, no obstante, no tengo otra. Al mismo tiempo no puedo quejar de mi vida. 

¿Tu ideal de felicidad?

Esta es una pregunta que me sigo haciendo.

¿Cuál sería tu mayor desgracia?

La pérdida de mi hermano, lo perdí por primera vez en la Cuba de los 1990, cuando le pusieron catorce años de cárcel por carne de vaca. Una vez que salió se montó en una lancha en la que yo debía haberme montado, pero no lo hice… Ahí lo perdí definitivamente. 

¿Qué te gustaría ser si no fueras cineasta?

Me gustaría ser campesino, como mi padre soñó para él y no pudo concretarlo porque la revolución cubana le confiscó sus tierras. Cumplir su sueño sería hermoso.

¿Qué te gustaría hacer cuando seas viejo?

Tener una finca con vacas y caballos, cultivar mi propia comida y despertarme todos los días con mi esposa. 

¿En qué país (si no fuera este) desearías vivir?

Quisiera decirte en Cuba pero ese lugar ya no existe. Si algo queda de ese país está en la imaginación caprichosa de los cubanos. Ese es un deseo que perdió su significado para mí. Pensar en eso me hace daño, me entristece. Vivo con la sensación de no pertenecer a ningún lugar. Sin embargo, cuando pienso en el drama que nos ha tocado sobrevivir como nación, voy a la ventanita del Versailles, me tomo un café y le doy las gracias a Estados Unidos por la generosidad de recibirnos y por prestarnos su libertad. Al final de nuestras lágrimas está Miami, que de muchas maneras se ha convertido en nuestro hogar, donde todavía se puede encontrar algo de cubanidad, incluso mejorada…  

¿Tu color favorito?

El azul. Cuando llegué a Miami miraba todo el tiempo hacia el cielo, trataba de compararlo con el de Cuba, a ver cuál era más azul. Con el tiempo dejas de hacer esas comparaciones ¡Es un alivio! 

¿Tu película favorita?

"Rashomon", de Akira Kurosawa. Me fascina la manera en que se construye la verdad a partir de las distintas versiones de los testigos de un crimen. 

¿Tu serie de televisión?

"The Simpsons", de Matt Groening. Es un examen disonante a la hipocresía como sistema cultural. 

Un documental inolvidable

"Koyaanisqatsi", de Godfrey Reggio. Es una experiencia filosófica. 

¿Una obra de teatro que te haya cautivado?

"Aire frío", de Virgilio Piñera. Realizada por Argos Teatro y dirigida por Carlos Celdrán. Con Yuliet Cruz en el papel de Luz Marina. La vi en Camagüey hace muchos años. Es de los mejores recuerdos que tengo de mi vida en Cuba. 

¿Tus poetas?

Juana Borrero, José María Heredia, Virgilio Piñera y Reinaldo Arenas. 

¿Un héroe de ficción?

Don Quijote, no es pedantería, la novela de don Quijote cambió mi forma de leer y relacionarme con el arte y la literatura.  

¿Una heroína?

Mi mamá. La desaparición de mi hermano la afectó mucho, nunca ha podido recuperarse de tanto dolor. Cuando me expulsaron de la Universidad de Camagüey y la Seguridad del Estado comenzó a hostigarnos me suplicó que me fuera de Cuba: “te quiero vivo –me dijo, te prefiero lejos que preso o mártir”. Fue una sentencia definitiva para mí.

¿Tu músico favorito?

Pablo Milanés. Su música me salvó de la depresión y el suicidio cuando me expulsaron de la Universidad de Camagüey. 

¿Tu pintor preferido?

Antonia Eiriz. Su pintura me hace sentir dolor físico.  

¿Tu héroe de la vida real?

Mi papá. Me apoyó siempre. Fue la única persona que confió en mi hasta su muerte. Pagó mi educación con su vida. Todo lo que hago es para honrarlo. Es el eje central de mi vida. 

¿Qué hábito ajeno no soportas?

No me gusta que la gente fume cerca de mí. 

¿Qué es lo que más detestas?

El comunismo en todas su variantes.

¿Una figura histórica que no soportes?

El innombrable que nos robó el país y la vida, cuando me lo encuentre en el infierno le voy a escupir la cara. 

¿Un hecho histórico que admires?

El viaje de Barak Obama y su familia a La Habana. Especialmente cuando Obama pronunció su discurso y dijo en español, alto y claro: “El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano”. Nos hizo creer en la esperanza, pero no fue suficiente para un pueblo cansado de esperar. 

¿Qué virtud desearías poseer?

La paciencia, pensé que con los años llegaría, pero aún la sigo esperando. 

¿Cómo te gustaría morir?

Nunca me he hecho esa pregunta.

¿Cuál es tu estado de ánimo más común?

Soy una persona alegre.

¿Qué defectos te inspiran mayor indulgencia?

Con mis cuarenta años soy intolerante a la lactosa y a casi todo lo que me molesta. No sabría decirte. 

¿Tienes alguna máxima en la vida?

No molestar.