Derechos Humanos
Departamento de Estado defiende el pago de $31,530 a Mipyme cubana con supuestos vínculos con el régimen y evita entrevistar a testigos clave
El Departamento de Estado le dijo a la representante María Elvira Salazar que respalda la historia de la "Mipyme" MadWoman y ni siquiera se molestó en hablar con dos jóvenes refugiados que dicen que fueron despedidos por criticar la dictadura militar de Castro.
Mayo 21, 2024 4:30pm
Updated: Junio 3, 2024 2:27pm
El Departamento de Estado (DOS) está defendiendo su decisión de pagar decenas de miles de dólares a una pequeña pero controvertida empresa cubana que trabaja para la Embajada de EE. UU. en La Habana, a pesar de las afirmaciones de dos exempleados de que la entidad está vinculada al aparato económico del régimen y tomó represalias contra uno de ellos después de que su diseñador, Álvaro Hernández, publicara "Abajo la dictadura" en las redes sociales.
La empresa MadWoman, que se registró como una "Mipyme" (micro, pequeña y mediana empresa cubana), es una agencia de marketing con sede en La Habana.
Según documentos revisados por ADN, el DOS admitió haber pagado $31,530 del año pasado acá por servicios de marketing para eventos de la embajada de EE. UU.
En una respuesta enviada a la representante del Congreso María Elvira Salazar el 21 de mayo de 2024, por la Oficina de Asuntos Legislativos, el gobierno federal defendió su relación con la entidad cubana e, incluso, la versión de los hechos de MadWoman, que niega haber despedido a el Sr. Hernández por su publicación. MadWoman ha afirmado que su empresa opera de manera totalmente independiente del régimen, según la carta.
En la carta del martes a la representante Salazar, la secretaria adjunta de la Oficina de Asuntos Legislativos, Naz Durakoğlu, escribe que MadWoman “le aseguró al Departamento de Estado que ‘no despidió al empleado en cuestión y no ha penalizado a ningún empleado por sus opiniones personales’” y también le dijo que el empleado en cuestión se fue de la empresa por su propia voluntad.
La pareja huyó de Cuba para buscar asilo en los Estados Unidos después que ocurrió el incidente el año pasado.
El martes, en una entrevista telefónica con el Sr. Hernández, el joven refugiado cubano le dijo a ADN que nadie del Departamento de Estado lo contactó para conocer su versión de los hechos.
“No tengo palabras,” dijo el Sr. Hernández a ADN cuando se enteró de que MadWoman negó las acusaciones. “¿Qué razón tendría yo para mentir? Es absurdo que puedan mentir de esta manera, y es tan irrespetuoso conmigo.”
El Sr. Hernández también dijo tener testigos de lo ocurrido, en referencia a su pareja, Alberto (Betto) Góngora, quien también trabajó en MadWoman. “Lo único que se me ocurre para explicar por qué mintieron es que están desesperados”, dijo.
Junto a la confirmación de que el Departamento de Estado defiende las acciones pasadas de la embajada de Estados Unidos en la Habana relativas a los negocios con MadWoman, ADN también tuvo acceso a otro documento del propio Departamento de Estado, preparado para el Subcomité de Supervisión y Rendición de Cuentas de Asuntos Exteriores de la Cámara, en el cual el departamento federal confirma que todavía tiene contratos activos con la empresa MadWoman.
MadWoman apareció por primera vez en el radar de los medios cubanos el año pasado tras numerosos informes en la prensa cubana sobre el despido de Álvaro Hernández. En febrero de este año ADN publicó una historia exponiendo los vínculos entre la Mipyme MadWoman y la Embajada de EE. UU. en La Habana.
ADN intentó en el pasado contactar a MadWoman para obtener su versión de los hechos, pero la entidad cubana nunca respondió a nuestras consultas.
Según otro documento obtenido esta semana por ADN, la cifra de $31,530 pagada a MadWoman por el gobierno de EE. UU. corresponde a un promedio de 13 órdenes de compra: "seis fueron para campañas/mensajes relacionados con la migración, cinco para diseños de programas estratégicos (el Mes de la Historia Negra 2023 y 2024, el Mes del Orgullo 2023, un intercambio musical con estudiantes universitarios locales y un programa de diplomacia cinematográfica), uno para promover el bilingüismo y uno para una campaña relacionada con Ucrania en 2023."
La cantidad es una suma significativa de dinero en un país donde el salario mínimo promedio es de solo 2,100 CUP ($5.67). El Sr. Góngora le dijo a ADN que MadWoman le pagó 1000 CUP, $2.70 al cambio actual, por la realización de una campaña del Mes de la Historia Negra para la embajada.
ADN ya había informado que MadWoman fue contratada para producir "mensajes/campañas relacionadas con la migración" dirigidas a disuadir la migración ilegal desde Cuba.
Sin embargo, los reportes sugieren que la campaña de concienciación estaba fuera de contexto con la realidad que se vive en Cuba, ya que el mismo personal involucrado en la producción de las campañas para la Embajada, el Sr. Álvaro Hernández y su pareja, Betto Góngora, dejaron la isla poco después de que la Mipyme despidiera al Sr. Álvaro Hernández, quien está en una relación sentimental con el Sr. Góngora.
MadWoman como empresa era en gran medida desconocida hasta que despidió a Hernández, quien contó que la Directora de Operaciones de la agencia, Laura Trujillo, y su Estratega Jefe, Disley Alfonso Santos, le dijeron en una reunión que su publicación había sido la razón de su despido.
“Cuando llegué a la reunión, me mostraron mi publicación en X y me preguntaron: ‘¿Qué es esto?’” recuerda Hernández. “Eso es lo que pienso”, respondió el joven de 22 años. “No dije mucho durante toda la conversación”.
Según los testimonios proporcionados por los dos exempleados de MadWoman, formalmente registrada como MD Creativa S.R.L., Disley Alonso, una de los dueñas de la Mipyme, le dijo a Álvaro Hernández que la entidad era parte del aparato gubernamental cubano, a pesar de lo cual el Departamento de Estado tiene contratos activos con la entidad.
“Me dieron varias razones por las que tenían que 'separarme indefinidamente de mis funciones en la agencia', ya que eran una empresa del gobierno y no podían tener empleados haciendo esos comentarios”, enfatizó Hernández.
Según un manual para empleados de MadWoman revisado por ADN, la empresa requiere que su personal, contratistas y colaboradores “se abstengan de hacer publicaciones o compartir contenido que pueda ir en contra de las políticas establecidas en el país [Cuba]".