Virales
Turista estadounidense pidió ver al Papa, le dijeron que no y destrozó esculturas en el Vaticano
Los Museos Vaticanos dijeron que se necesitarían unas 300 horas de trabajo de restauración para volver a armar las esculturas
Octubre 8, 2022 7:03pm
Updated: Octubre 10, 2022 5:35pm
Un turista estadounidense derribó el miércoles dos antiguos bustos romanos en los Museos Vaticanos tras negársele un encuentro con el Papa Francisco.
El hombre, de 65 años, comenzó a comportarse de forma extraña cuando, de repente, derribó dos bustos romanos de sus pedestales en la sala Chiaramonti del museo, que alberga una de las colecciones más importantes de bustos romanos, según una fuente anónima.
El personal del museo retuvo al turista hasta que llegó la policía vaticana para detenerlo. Posteriormente, fue entregado a las autoridades italianas, según Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Según los medios de comunicación locales, el hombre se molestó porque no se le permitió reunirse con el Papa.
Man toppled two ancient roman busts in vatican museum.
— Rabinder Kumar (@ptcalad) October 5, 2022
Chiaramonti hall has more than 1000 pieces. It is one of the most important collections of roman portraits. pic.twitter.com/bZHUXmjgaz
Aunque los dos bustos de 2.000 años de antigüedad sufrieron daños, no fueron graves, añadió la fuente. Una de las esculturas perdió parte de la nariz y una oreja.
Los bustos fueron llevados a los laboratorios de restauración del museo para ser reparados. El portavoz de los Museos Vaticanos, Matteo Alessandrini, dijo que serían necesarias unas 300 horas de trabajo de restauración para volver a montar las esculturas.
Los museos vaticanos recibían unos 6 millones de visitantes al año antes de la pandemia. El asalto anterior a obras de arte del Vaticano tuvo lugar en 1972, cuando un hombre húngaro saltó el altar lateral de la Basílica de San Pedro y atacó la Piedad de Miguel Ángel con un mazo, según Reuters.
La obra maestra del Renacimiento se quedó sin un brazo y con la nariz astillada. Desde entonces, se ha colocado detrás de un cristal antibalas.