Superintendente de Missouri defiende restablecimiento de azotes mientras estudiantes planean una protesta

Algunos estudiantes de un distrito escolar rural de Missouri planean manifestarse en contra de la decisión de restablecer los castigos corporales, una medida que, según sus partidarios, sólo se utilizará como último recurso y con el permiso por escrito de los padres.

"El castigo corporal es, sinceramente, una forma arcaica y completamente inútil e irresponsable de disciplinar a los niños y estudiantes de secundaria", declaró el sábado Kalia Miller, una estudiante de 17 años del instituto de Cassville, al Springfield News-Leader.

"Es realmente aterrador para muchos estudiantes. Algunos estudiantes lo ven como un abuso y, en realidad, es un abuso", añadió Gabe Moore, otro estudiante de 17 años, quien encabeza una iniciativa liderada por alumnos llamada Estudiantes contra las Políticas Abusivas (SAAP).

Por su parte, el superintendente Merlyn Johnson del Distrito Escolar de Cassville, ubicado en el suroeste del estado, señaló que los padres de la comunidad "muy tradicional" han expresado desde hace tiempo su preocupación por los problemas disciplinarios y habían pedido que investigara la posibilidad de volver a dar azotes.

Asimismo, indicó que las familias en el distrito de 1.900 estudiantes reaccionaron de manera diferente que los grupos fuera de la comunidad que leyeron sobre la medida en redes sociales. "La gente nos ha dado las gracias por ello", aseveró Johnson al News-Leader el martes.

En 1977, la Corte Suprema dictaminó que los castigos corporales son constitucionales y dejó la decisión en manos de los estados. Al parecer, 19 estados aún permiten esta medida disciplinaria, entre ellos Missouri.

Aunque el estado había abandonado el castigo corporal en 2001, el consejo escolar recuperó esta práctica en junio después de que una encuesta anónima realizada a padres, alumnos y empleados de la escuela revelara que los tres grupos estaban muy preocupados por el comportamiento de los alumnos y los problemas de disciplina.

La política establece que esta disciplina sólo será administrada por un director, en presencia de un testigo y nunca ante otros estudiantes. La única forma de castigo corporal permitida es "golpear las nalgas con una paleta" para minimizar cualquier posibilidad de lesión o daño corporal.

Johnson también resaltó que cualquiera no esté de acuerdo con el castigo puede optar por no participar, y añadió: "Respetamos la decisión de cada padre, sea cual sea".

El superintendente promocionó las nalgadas como una alternativa a la suspensión, ya que permite disciplinar a los alumnos problemáticos sin que pierdan las tareas escolares.

"Muchas veces, cuando los niños son suspendidos fuera de la escuela, no tienen la oportunidad de recuperar ese trabajo. Obtienen ceros y eso no es lo que queremos", explicó Johnson.

Los estudiantes de último año Miller y Moore afirman que SAAP cuenta con más de 100 miembros. El grupo actualmente organiza protestas pacíficas y planea participaar en las próximas reuniones de la junta escolar.