Servicio Nacional de Salud del Reino Unido advierte que adolescentes trans pueden pasar sólo por "fase transitoria"

El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) anunció el lunes que reforzó sus controles para el tratamiento de los adolescentes transexuales y advirtió que los médicos no debían alentarlos a cambiar sus nombres y pronombres.

Las nuevas políticas del NHS prohíben la prescripción de bloqueadores de la pubertad fuera de estrictos ensayos clínicos a pacientes menores de 18 años. Asimismo, alientan a sus médicos a adoptar un "enfoque vigilante" con los niños que se cuestionan su género, ya que algunas pruebas sugieren que "en la mayoría de los casos, la incongruencia de género no persiste en la adolescencia", lo que significa que puede ser una "fase transitoria".

La propuesta también advierte que la transición social, como el cambio de nombres y pronombres de un joven o su forma de vestir, no es un "acto neutral" y podía tener "efectos significativos" en términos de "funcionamiento psicológico".

Además, se indica que cuando un niño prepúber ya realizó su transición social, "el enfoque clínico debe tener en cuenta los riesgos de una transición de género inadecuada y las dificultades que el niño puede experimentar para volver a su rol de género original al entrar en la pubertad si la incongruencia de género no persiste".

La transición social no sólo se considerará en el caso de los adolescentes para evitar "angustia clínicamente significativa". Cualquier médico que quiera cambiar el nombre y los pronombres de un joven deberá buscar primero un diagnóstico de disforia de género.

Las nuevas directrices llegan en un momento en que los padres del Reino Unido han rechazado el enfoque "afirmativo" de algunos médicos para tratar a los niños, el cual incluye el uso de sus nombres y pronombres preferidos.

En julio, el NHS anunció que cerraría la única clínica del país dedicada a la identidad de género para niños y jóvenes, tras ser cuestionada por una revisión independiente.

El recinto médico será sustituido por dos centros regionales con sede en hospitales infantiles especializados, uno en Londres y otro en el noroeste de Inglaterra, donde los servicios de identidad de género serían administrados por nuevos equipos con expertos "en medicina pediátrica, autismo, neurodiscapacidad y salud mental" en lugar de especialistas en hormonas y terapeutas.

Un tribunal del Reino Unido dictaminó en julio que la creencia de que "los hombres no pueden convertirse en mujeres" está protegida por las leyes de igualdad del país.

Entre tanto, los nuevos planes del NHS están en fase de consulta pública.