Pronostican que empeorará la economía de EEUU, mientras el precio de la gasolina sube

Goldman Sachs no tiene buenas noticias para los estadounidenses de cara a las elecciones de medio término en noviembre: la economía del país está en problemas.

Goldman Sachs corrigió a la baja las proyecciones de crecimiento de la economía para el próximo año, luego de aumentar sus estimaciones para los aumentos que vendrán en las tasas de interés de la Reserva Federal. Estas previsiones parecen estar en consonancia con el incremento de los precios de la gasolina.

El precio nacional del galón de gasolina en Estados Unidos sigue subiendo. Este domingo estaba en $3.71 dólares, un centavo por encima de los $3.70 dólares que costaba el sábado.

En junio el precio nacional de la gasolina superó los 5 dólares el galón, 3 dólares más de los $2,17 dólares en que dejó el precio Donald Trump a su salida de la presidencia.

Este domingo el galón de gasolina está $1.51 dólares por encima del precio del 2020. Incluso, está por encima del precio de $3,62 al que estuvo en el 2012 bajo la presidencia de Obama, que mantuvo el costo de la gasolina por encima de los 3 dólares casi 6 años de su dos mandatos.

Durante 98 días el precio de la gasolina estuvo bajando, pero ahora ha regresado a su tendencia a la alta, y algunos expertos consideran que con la llegada de los meses de invierno y el aumento del consumo, es probable que el precio se mantenga alto. Situación que se agrava con la guerra en Ucrania, y el posible paro del sumunistro ruso a Europa.

A pesar de que el promedio nacional está en $3.71, en algunos estados el precio continúa disparado, como California, con un promedio de $5.76 dólares el galón, aunque en algunos lugares del estado, como Mono, está en $6.73 dólares, y en Humboldt a $6.32 dólares.

En estados como Nevada, está en $5.08 dólares; Oregon, $4.96 dólares; Washington, $4.87 dólares; Alaska, $4.78 dólares; Idaho, $4.41 dólares; Utah,  $4.20 dólares; y Arizona, con $4.10 dólares. 

La subida del combustible se reflejará en la inflación, porque si bien los precios de los alimentos y otros productos continúan subiendo, el descenso en los precios de la gasolina había logrado un descenso leve de la inflación. Ahora, tras la nueva escalada de precios, el costo de la vida subirá y con ello la inflación.

La FED seguirá subiendo las tasas de interés, pero este embate contra el valor del crédito hasta ahora ha frenado la compra de casas, la construcción y la compra de autos, elementos clave del PIB de Estados Unidos, pero su efecto en la inflación ha sido mínimo, el crecimiento del país se ha frenado, el consumo se ha frenado, y estamos en una recesión, aunque el gobierno de Biden y la Secretaria del Tesoro Janet Yellen se nieguen a reconocerlo, aun cuando nos acercamos al 3 trimestre sin crecimiento económico.

La contracción económica del segundo trimestre se produjo en un contexto de continua inflación, bajo desempleo, tipos de interés al alza y problemas persistentes en las cadenas de suministro. Estas condiciones no han cambiado en los últimos meses.

La Oficina de Análisis Económico del Gobierno estadounidense (BEA, por sus siglas en inglés) ha dicho que "en términos puramente anualizados, la forma preferida por la Oficina de presentar los datos, el PIB de Estados Unidos se contrajo un 0,9% en el segundo trimestre del año, frente al descenso anualizado del 1,6% del primer trimestre.

“Nos preocupa cada vez más que la Fed se sienta obligada a responder con fuerza a las elevadas expectativas de inflación general y de los consumidores si los precios de la energía siguen aumentando, aunque la actividad se ralentice bruscamente”, ha dicho Goldman Sachs.

Tasas más altas, con peores condiciones financieras afectarán el crecimiento de la economía y del empleo. El pobre crecimiento no podrá enfriar la inflación, debido al alza de los precios y los salarios, según Goodman Sachs.