Líder de BLM solicita beneficios por desempleo tras ser investigada por presunto fraude

La líder activista de Black Lives Matter (BLM), Monica Cannon-Grant, solicitó esta semana el beneficio por desempleo, un mes después de que la organización sin fines de lucro que presidía junto a su esposo en Boston, fuera clausurada por acusaciones de fraude federal.

Cannon-Grant, de 41 años, exdirectora de "Violencia en Boston", y su esposo, Clark Grant, de 38 años, fueron acusados en marzo por haber solicitado millones de dólares en donaciones tras el asesinato de George Floyd en 2020, y presuntamente haber utilizado parte del dinero para "enriquecerse a sí mismos y a sus allegados". 

También son acusados de cobrar ilegalmente unos 100,000 dólares en prestaciones por desempleo durante la pandemia de coronavirus y de mentir en una solicitud de hipoteca, según informó Dailymail.

En la acusación de 18 páginas contra Cannon-Grant, se precisaba entre las condiciones para su liberación  que ella "no solicitaría ni facilitaría la solicitud de ningún beneficio por desempleo a menos que lo apruebara el Tribunal", reportó el citado medio. 

Pero su abogado, Robert Goldstein, presentó una moción el miércoles pidiendo que se modifiquen esos términos, y alegó que la activista de BLM "está actualmente desempleada y desea solicitar asistencia".

“El gobierno no se opone a la solicitud de beneficios por desempleo del acusado siempre que dicha solicitud se realice de acuerdo con la ley”, escribió Goldstein. 

La pareja está acusada de dos cargos de conspiración de fraude electrónico; uno de conspiración; 13 por fraude electrónico; y un cargo por presuntamente hacer declaraciones falsas a una empresa de préstamos hipotecarios. La acusación también recoge un cargo de fraude postal contra Cannon-Grant.

Según reportes, la pareja habría tenido desde 2017 hasta al menos 2020 un control exclusivo sobre las cuentas financieras de la fundación. Las investigaciones indican que presuntamente utilizaron el dinero para usos personales, a través de retiros de efectivo, cheques cobrados, compras de débito y transferencias a sus cuentas bancarias.

Cannon-Grant habría designado un gran sueldo para ella, a pesar de haber declarado públicamente que no recibía ningún beneficio económico por su trabajo en la organización sin ánimo de lucro, según Dailymail. 

La acusación señala que la organización benéfica recibió una donación de 10.400 dólares de unos grandes almacenes no identificados con el propósito declarado de alimentar a niños necesitados, pero Cannon-Grant presuntamente blanqueó esos fondos a través de una iglesia para pagar sus alquileres atrasados.