La inflación de consumo en EE.UU. vuelve a acelerarse en julio

La política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos de subir las tasas de interés sigue siendo un absoluto fracaso para frenar la inflación. Y la Ley de Biden para combatir la inflación lo único que ha logrado es ehar más deuda al déficit de la nación, pero si ningún resultado para controlar el alza en el índice de precios.

Luego de una breve desaceleración en junio, la inflación de los consumidores estadounidenses volvió a mostrar signos de recalentamiento en julio, según datos divulgados este jueves por la Oficina de Análisis Económico.

El índice de precios de gasto de consumo personal (PCE) subió un 3.3% interanual en julio, por encima del 3% de junio. En términos mensuales, el PCE avanzó 0.2% en julio, igual que el mes anterior.

La aceleración inflacionaria se produjo tanto en bienes como en servicios. Los precios de los alimentos ascendieron un 0.2%, mientras que la energía subió un 0.1%.

La inflación subyacente, sin alimentos ni energía, llegó al 4.2% interanual en julio, por encima del 4.1% anterior. Esto sugiere una presión alcista más generalizada sobre los precios.

El dato preocupa a la Reserva Federal (Fed), que fija como objetivo una inflación del 2%. Pese a una fuerte subida de tasas de interés este año, la entidad no logra frenar la escalada de precios.

Los mercados reaccionaron con cautela ante la aceleración inflacionaria. Si bien no fue peor de lo esperado, los datos confirman que la Fed tiene aún un largo camino por recorrer para controlar la inflación.

El organismo monetario utiliza el PCE para calibrar su política, por lo que el repunte de julio anticipa nuevas y agresivas subidas de tasas en los próximos meses. La lucha contra la inflación en EE. UU. está lejos de terminar.