Hay gran diferencia en tratamientos para la COVID entre blancos, negros y latinos, según informe

Un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) descubrió que a los adultos negros e hispanos se les administró Paxlovid, el principal medicamento antiviral para la COVID-19, con una frecuencia mucho menor en comparación con pacientes blancos.

Durante los meses de abril a julio, cuando el uso de Paxlovid fue mayor, a los pacientes negros se les recetó el antiviral con un 35,8% menos de frecuencia en comparación con los pacientes blancos, mientras que a los pacientes hispanos se les administró el tratamiento con un 29,9% menos de frecuencia en comparación con los pacientes no hispanos, según un análisis de 692.570 pacientes adultos ambulatorios en el informe semanal de morbilidad y mortalidad (MMWR) de los CDC.

Las "graves disparidades raciales" en el tratamiento ambulatorio persistieron a pesar de las reiteradas preocupaciones de los profesionales de la salud pública sobre la brecha en la atención entre las comunidades blancas y no blancas, destacó The Atlanta Journal-Constitution (AJC).

Daniel Dawes, director ejecutivo del Instituto de Liderazgo Sanitario Satcher de la Facultad de Medicina de Morehouse, señaló que "no le sorprendían" los resultados.

"Hemos sabido a lo largo de la pandemia que estos grupos se han visto desproporcionadamente afectados por comorbilidades, desde el asma hasta la obesidad. Sabemos que estos adultos mayores tenían las mayores tasas de mortalidad y de hospitalización. Si ese es el caso, ¿por qué seguimos viendo los mismos resultados? ¿Por qué no hemos hecho un mejor trabajo alineando los recursos con las mayores necesidades?", agregó en entrevista con AJC.

El régimen de Paxlovid es considerado el tratamiento antiviral más eficaz para la COVID, con pruebas que demuestran que reduce el riesgo de hospitalización en un 90%.

Sin embargo, algunos pacientes que parecían ser tratados con éxito con Paxlovid han vuelto a desarrollar síntomas de COVID tras recuperarse. Entre las recaídas más destacadas se encuentran la primera dama, la doctora Jill Biden, así como la directora de los CDC, Rochelle Walensky.

Los investigadores de los CDC sugirieron que existen múltiples factores que pueden contribuir a las diferencias de tratamiento, entre los cuales destaca la pobreza.

"El acceso limitado al tratamiento es particularmente perjudicial cuando los pacientes necesitan servicios oportunos, como se requiere para la medicación de la COVID-19", asevera el informe, el cual también mencionaba como posibles factores el conocimiento limitado de los pacientes sobre las opciones de tratamiento, las limitaciones de transporte y la falta de acceso a Internet para la telemedicina.

En el informe, se tuvieron en cuenta la raza y los prejuicios implícitos, tanto entre los proveedores de atención sanitaria como las experiencias negativas de los pacientes no blancos, además de factores culturales como las barreras lingüísticas.