Gobernador Sununu envía a Guardia Nacional de Nuevo Hampshire a la frontera con México

El gobernador de Nuevo Hampshire, el republicano Chris Sununu, desplegó dos unidades de la Guardia Nacional del estado a la frontera con México en respuesta a una orden de movilización federal del Departamento de Defensa.

"Nuevo Hampshire está agradecido con los heroicos hombres y mujeres de nuestra Guardia Nacional. Respondieron a la llamada a servir durante la pandemia de COVID y ahora responden a la llamada de nuestra nación —al acudir a ayudar ante la actual crisis humanitaria a lo largo de nuestra frontera sur", destacó Sununu en un comunicado emitido el lunes.

"Mientras estos valientes hombres y mujeres se despliegan, Nuevo Hampshire apoya a nuestra Guardia Nacional y les deseamos a todos un seguro y rápido regreso a casa", añadió.

Al menos 160 soldados serán desplegados durante un año, según el comunicado. En su mayor parte, ayudarán a las tareas de vigilancia de la Patrulla Fronteriza.

"Estarán en puestos de vigilancia a lo largo de la frontera de los que son responsables y eso permitirá a los agentes centrarse más en el terreno y ocuparse de la gente que viene directamente a través de la frontera", explicó Greg Heilshorn, director de asuntos públicos de la Guardia Nacional de Nuevo Hampshire, a la emisora local WMUR 9.

Sin embargo, los miembros de la guardia tienen prohibido entrar en contacto con cualquier inmigrante que se encuentre en el país de forma ilegal, comentó un portavoz de la oficina de Sununu a The Hill, quien también indicó que ellos tienen instrucciones de notificar a Aduanas y Protección de Fronteras sobre los cruces fronterizos que encuentren.

Sununu mencionó que esta medida responde a una orden de movilización federal del Departamento de Defensa y que a los soldados de Nuevo Hampshire se unirán miembros de la guardia de más de una docena de otros estados, según WMUR.

El gobernador añadió que, al tratarse de una petición federal, el gobierno de Joe Biden cubrirá su implementación.

Los republicanos han advertido que la crisis fronteriza entre Estados Unidos y México ha obligado a enviar autobuses llenos de migrantes a ciudades dirigidas por los demócratas, la mayoría de las cuales afirman ser "santuarios" para los inmigrantes ilegales.