¿Fusilamiento o silla eléctrica? Carolina del Sur programa la ejecución de Richard Moore

Carolina del Sur programó su primera ejecución desde que remozó su cámara de ejecuciones por fusilamiento, según los informes.

Está previsto que Richard Moore, de 57 años, sea ejecutado el 29 de abril tras más de dos décadas en el corredor de la muerte y tendrá que elegir dentro de los 14 días siguientes si quiere ser fusilado o ir a la silla eléctrica.

El pelotón de fusilamiento y la silla eléctrica se implementaron el año pasado para circunvalar una pausa de una década en las ejecuciones programadas por la agencia penitenciaria para adquirir drogas para inyección letal.

La nueva ley hizo de la silla eléctrica el medio de ejecución por defecto del estado, ofreciendo a los prisioneros la opción de muerte por fusilamiento o inyección letal, si esos métodos están disponibles.

Las autoridades correccionales gastaron $53,600 en renovaciones en la cámara de la muerte en Columbia para facilitar las ejecuciones por fusilamiento, instalando una silla de metal con correas de restricción que mira a una pared con una abertura rectangular a 4,6 metros (15 pies) de distancia donde se situarán los tiradores.

De acuerdo con los nuevos protocolos, tres voluntarios de entre los empleados del Departamento de Corrección tendrán rifles cargados con munición real y apuntarán al corazón del prisionero, a quien se le colocará una capucha en la cabeza y se le dará la oportunidad de hacer una última declaración.

Moore es uno de los 35 hombres en el corredor de la muerte de Carolina del Sur. Estaba programado para ser ejecutado en 2020 después de agotar todas sus apelaciones federales, pero el asunto se retrasó después de que los funcionarios de la prisión no pudieron obtener las drogas para inyección letal.

La Corte Suprema del Estado negó otra apelación esta semana. Los abogados de Moore le pedirán al tribunal que suspenda la ejecución.

Carolina del Sur es uno de los ocho estados que todavía usan la silla eléctrica y ahora uno de los cuatro que permiten la muerte por fusilamiento, según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte, una organización sin fines de lucro.