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Economía

¿Enfrentan los estadounidenses la mayor inflación de los últimos 30 años?

Las estadísticas indican que los estadounidenses enfrentan la mayor tasa inflacionaria de los últimos 30 años. Los precios se disparan en todos los sectores. Autoridades y expertos aproximan sus análisis e interpretaciones.

Noviembre 10, 2021 2:55pm

Updated: Noviembre 10, 2021 5:56pm

El índice de precios al consumo (IPC) creció mucho más rápido de lo esperado en octubre, según datos publicados este miércoles por el Departamento de Trabajo.

Aunque los analistas preveían que el IPC subiría un 0,5 por ciento el mes pasado, hasta alcanzar  un 5,8 por ciento en este último año, el IPC en realidad aumentó un 0,9 por ciento el mes pasado y la inflación interanual alcanzó un 6,2 por ciento para el periodo de los últimos 12 meses que terminó en octubre.

Lo anterior se tradujo en el aumento de los precios de los alimentos, la gasolina y la vivienda. Los estadounidenses enfrentan la mayor tasa de inflación de los últimos 30 años.

La semana pasada, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, insistió en que el aumento de los precios de los alimentos y el combustible es temporal y que los estadounidenses volverán al rango del 2 por ciento de inflación en la segunda mitad del próximo año.

"Los estadounidenses no han visto una inflación como la que hemos experimentado recientemente en mucho tiempo". Pero a medida que se vuelva a la normalidad, esto terminará, intentó tranquilizar en el programa "State of the Union" de la CNN.

Larry Summers, ex secretario del Tesoro, advirtió que los Estados Unidos corren el riesgo de perder el control de la inflación y criticó a Yellen por su falta de sentido de la urgencia y por decir a los estadounidenses que la inflación se desacelera y que "volverá a los niveles esperados a finales del año que viene", informó The Washington Examiner.

Summers estimó que la brecha entre las declaraciones del Departamento del Tesoro y el Banco Central o la Junta de la Reserva Federal  (conocida informalmente como Fed), y "la experiencia cotidiana de las empresas y los consumidores en lo relativo a la inflación se ha profundizado en los últimos meses". Y añadió que "hasta que la Fed y el Tesoro no reconozcan plenamente la realidad de la inflación, es poco probable que la afronten con éxito".

Los estadounidenses están sintiendo la opresión inflacionaria a medida que disminuyen sus ganancias y salarios. Las encuestas muestran que los estadounidenses están perdiendo rápidamente la confianza en la salud de la economía.  

El crecimiento de los precios en octubre se vio impulsado por el incremento en los precios de la energía y los continuos cuellos de botella en la cadena de suministro. La demanda sigue creciendo a medida que la economía continúa reactivándose tras los prolongados paros relacionados con el COVID-19. El aumento en los precios del gas (+49,6% este año) también contribuye a la subida de los precios en todos los sectores.

En una conferencia de prensa celebrada la semana pasada, el presidente de la Fed, Jerome H. Powell, afirmó que "es muy difícil predecir la persistencia de las restricciones de la oferta o sus efectos sobre la inflación". Las cadenas de suministro mundiales son complejas, volverán a funcionar con normalidad, pero en qué momento volverán a hacerlo plantea incertidumbre, precisó.

Los republicanos, por su parte, sostienen que el jefe de la Fed debería hacer más para frenar el aumento de la inflación. Sin embargo, la Fed tiene sus limitaciones para componer una economía con problemas. "Nuestras herramientas no pueden limitar la oferta", añadió Powell.

Analistas advierten que los índices de inflación, así como el gasto en consumo personal (PCE) y el IPC, quizá se estén malinterpretando y que los expertos podrían utilizar cifras engañosas para avanzar en sus iniciativas políticas. 

"La reciente afirmación de que la inflación acaba de alcanzar el máximo de los últimos 30 años seguramente será repetida por los medios de comunicación conservadores en apoyo de preocupaciones políticas como el riesgo de estanflación del gasto federal desbocado y la interminable compra de bonos por parte de la Reserva Federal", escribió Alan Reynolds, investigador principal del Instituto Cato y ex vicepresidente del First National Bank of Chicago. "Pero las causas dignas no justifican los malos datos".

"Los precios del petróleo y la energía subieron en los últimos meses, pero la inflación subyacente se ha desacelerado continuamente durante cinco meses", añadió Reynolds. "La inflación sigue siendo demasiado alta, pero se ha ralentizado en los últimos meses, no ha subido a nuevas cotas récord", indicó.