Pasar al contenido principal

Economía

Cuando el mercado de valores cae, las empresas woke reciben la peor paliza

Las corporaciones que experimentan grandes pérdidas son aquellas que han priorizado las causas woke de izquierda antes que las ganancias de los accionistas, advierten los críticos

Abril 29, 2022 10:55pm

Updated: Abril 30, 2022 1:43pm

Algunas de las compañías más grandes y prominentes que se han declarado públicamente como woke, han estado en el centro de la caída en picada del mercado de valores este mes, lo que genera preocupaciones de que la adopción de políticas de izquierda por parte de los líderes corporativos pueda estar ocurriendo a expensas de las ganancias de los accionistas.

Las acciones cayeron justo en el campanazo de cierre este viernes, con el Nasdaq marcando su peor mes desde octubre de 2008 en medio de una crisis financiera y con el S&P 500 en su peor mes desde el inicio de la pandemia de COVID-19 en marzo de 2020.

Mientras tanto, el promedio industrial Dow Jones se desplomó más de 900 puntos, culminando un abril que sería mejor olvidar para los tres principales índices bursátiles.

Las acciones de tecnología impulsaron gran parte de la caída en picada, y el colapso de las últimas semanas.

Amazon perdió un 14% del precio de sus acciones solo el viernes y un 24% durante el mes. La empresa matriz de Google, Alphabet, cayó un 18% durante el mes, y Apple cayó alrededor de un 10%. Los tres gigantes tecnológicos más Netflix y Meta Platforms, matriz de Facebook, perdieron más de $ 1 billón en valor de mercado este mes, la mayor cantidad desde que Facebook comenzó a cotizar en mayo de 2012, según el Wall Street Journal.

Las ganancias recientes de estas empresas fueron "abismales" y "decepcionantes", según Edward Moya, analista senior de mercado de OANDA.

Moya enumeró varias razones por las que el mercado se desplomó: la guerra en Ucrania, la respuesta de China al COVID-19 y los continuos problemas de la cadena de suministro. Pero el gran tema en la mente de todos es la inflación y la perspectiva de una próxima recesión.

"La preocupación general de que la Reserva Federal tendrá que enviar a la economía a una recesión para poder reducir la inflación preocupa a los inversores", dijo Moya a Just the News.

Los expertos han culpado a una combinación de alto gasto público con el presidente Biden y tasas de interés cercanas a cero mantenidas por la Reserva Federal de sobrecalentar la economía y desencadenar una inflación históricamente alta.

La Fed ahora está tratando de combatir la inflación galopante elevando las tasas de interés. Sin embargo, los economistas dicen que, si bien es necesario, hacerlo ahora podría conducir a la recesión.

"Hubo una respuesta fiscal y monetaria sin precedentes al COVID-19 por parte de los formuladores de políticas y los banqueros centrales", dijo Moya. "Ahora estamos saliendo de eso. Muchos piensan que la Fed logrará un aterrizaje suave [mientras aumenta las tasas de interés], pero existe la posibilidad de una recesión".

Señaló que la administración de Biden no podrá aprobar ninguna legislación hasta después de las elecciones intermedias y que a los demócratas probablemente no les vaya bien en noviembre, lo que sugiere que habrá menos estímulo económico para impulsar la economía.

Según Moya, el tema clave que subyace a la caída en picada del mercado de valores es la incertidumbre para los inversores.

A esta incertidumbre se suma una desalineación de prioridades entre los líderes corporativos al poner la política woke por encima de las ganancias para los accionistas, según ex ejecutivos corporativos.

"No se me ocurriría, como director ejecutivo, querer despedir a la mitad de tus clientes", dijo el ex director ejecutivo de Best Buy, Brad Anderson, al programa de televisión "Just the News, Not Noise" esta semana. "La posición de una empresa no es básicamente tomar cuestiones políticas e apoyarlas a menos que ese problema afecte las operaciones [comerciales]. Lo que quieres es atraer clientes de todas las diferentes tendencias a tu negocio. Y creo que eso se ha perdido".

Anderson señaló a Netflix y Disney como ejemplos de corporaciones que han promovido causas de izquierda y se han arriesgado a alejar a los clientes e incluso a los empleados.

Netflix informó recientemente que perdió suscriptores por primera vez en más de 10 años y vio caer sus acciones en más del 70% desde su punto máximo en noviembre pasado.

La compañía de transmisión de video también ha promovido las causas woke, estrenando, por ejemplo, un avance de una serie original de Netflix titulada "Él está en estado", que arroja luz sobre la comunidad transgénero y de género neutral. En otro proyecto de Netflix, "La primera tentación de Cristo", Jesús es retratado como gay.

Elon Musk criticó recientemente a Netflix por padecer de un "virus woke mental" que lo vuelve "intragable".

El precio de las acciones de Disney también cayó considerablemente en las últimas dos semanas, durante las cuales la compañía criticó públicamente un proyecto de ley aprobado recientemente en Florida que prohíbe la instrucción sobre orientación sexual e identidad de género en las aulas para los grados K-3. Disney anunció que suspendería las donaciones políticas en Florida y apoyaría a las organizaciones que trabajan para oponerse a la nueva medida.

En respuesta, la legislatura de Florida, con el respaldo del gobernador republicano Ron DeSantis, votó para despojar a Walt Disney World de su estatus de gobierno privado.

La batalla de Disney con el estado de Florida es un factor "de complicación", dijo Moya. "Los inversores no quieren tener que lidiar con esa incertidumbre".

Moya señaló que Disney también ha hecho "algunas inversiones terribles", citando a ESPN y Disney Plus, lo que ha provocado que la compañía "perda algo de su brillo".

El ex director ejecutivo de McDonald's, Ed Rensi, criticó a Disney por arriesgar el bienestar de su empresa al involucrarse en política.

“Disney, por la razón que sea, se presentó con un pronunciamiento de que van a luchar y trabajar para derrotar este proyecto de ley”, dijo al programa “Just the News, Not Noise”. "Su responsabilidad no es legislar. ¿Van a castigar a sus accionistas, a sus inversores y anular el propósito de lo que están tratando de hacer como empresa? Esto puede ser algo terrible para Disney en este momento. Y esto está sucediendo en todos los Estados Unidos".

Apple, Amazon, Google de Alphabet y Meta también se encuentran entre las muchas corporaciones que han respaldado públicamente causas de izquierda, dando apoyo a la teoría crítica de la raza y al movimiento Black Lives Matter.

Este llamada tenndencia woke corporativa está motivada en gran medida por el capitalismo de intereses, según los expertos.

El capitalismo de intereses es la idea de que las empresas deben servir no solo a sus accionistas, sino también a otros intereses y a la sociedad en general, según Vivek Ramaswamy, empresario y autor de "Woke, Inc.: Inside Corporate America's Social Justice Scam" (Woke, Inc.:  La estafa de la justicia social en las corporaciones estadounidenses).

El CEO de BlackRock, Larry Fink, ha sido uno de los mayores promotores del capitalismo de intereses en las corporaciones estadounidenses, argumentando que las empresas deben dar a conocer su posición sobre los problemas sociales y tener un propósito más amplio que ganar dinero para los accionistas.

“Cuando tienes una gran organización como BlackRock que controla $10 billones [en activos], se encuentran en una situación sospechosa en la que pueden ejercer mucha presión sobre las juntas directivas para que se comporten de cierta manera”, dijo Rensi. "No creo que eso sea bueno. Creo que la persona en esos corporaciones debería poder votar por sus propias acciones y tener su propia voz".

El año pasado, BlackRock ayudó a elegir a tres candidatos centrados en el clima para la junta directiva de 12 miembros de Exxon Mobil y describió su voto como un esfuerzo para impulsar a Exxon a luchar contra el cambio climático. BlackRock es un importante accionista de Exxon.

Rensi hizo referencia a una conversación anterior con el difunto economista Milton Friedman para describir lo que él cree que es el papel adecuado para las empresas y por qué el liderazgo corporativo no debería involucrarse en cuestiones políticas irrelevantes para su negocio.

"Quiero que sepas que no es de tu competencia decidir cómo gastar el dinero de los accionistas", recordó Rensi que le dijo Friedman. "Obtienes una buena ganancia. Les entregas esa ganancia a ellos. Luego ellos, a su vez, pueden elegir a qué quieren dar su dinero, si es que quieren hacerlo... Ese no es tu deber. Tu deber es hacer ganancia, y dejar que ellos gasten su dinero sabiamente".

"Y realmente suscribo esa idea", agregó Rensi.