Casa Blanca pidió a la demócrata El Paso no declarar emergencia por migrantes

El gobierno de Joe Biden habría presionado al alcalde demócrata de El Paso, Texas, para que no declarara un estado de emergencia por la crisis migratoria de la ciudad por temor a que dañara la reputación del presidente, acusaron funcionarios de la ciudad.

El alcalde Oscar Leesar supuestamente comentó a una concejala de la ciudad que le habían indicado no emitir la declaración de emergencia en respuesta a los miles de migrantes que pasan por la ciudad cada semana.

"Me dijo que la Casa Blanca le pidió que no lo hiciera", aseveró al New York Post la concejal Claudia Rodríguez, una funcionaria de la ciudad que ha impulsado la declaratoria de emergencia.

Rodríguez añadió que Leesar prometió declarar esa condición "si las cosas empeoraban", aunque no esbozó qué implicaba exactamente "empeorar".

La ciudad registró una media de 2.100 llegadas de inmigrantes al día la semana pasada, según información publicada en el tablero de control de migrantes de la ciudad. Más de 62.000 cruzaron la frontera de El Paso entre abril y mediados de septiembre.

El Paso ha liberado a varios migrantes en las calles debido a que las instalaciones locales de la CBP y las ONG están desbordadas.

Asimismo, ha enviado aproximadamente a 10.000 refugiados en autobuses a la ciudad de Nueva York, independientemente de la estrategia ordenada por el gobernador de Texas, Greg Abbott, una medida que el alcalde de El Paso asegura que responde a un acuerdo de su administración con el alcalde demócrata de la Gran Manzana, Eric Adams.

El congresista Tony Gonzales, un republicano cuyo distrito del Congreso cubre zonas rurales cerca de El Paso, mencionó que ha escuchado rumores similares de otros funcionarios locales.

"Es un truco de la actual administración: presionar al gobierno local para que no emita una declaración de emergencia, para que parezca que todo va bien", cuestionó Gonzales, quien agregó que su distrito también ha visto un aumento en la llegada de refugiados.  

Leesar respondió al New York Post con un comunicado en el que afirma que no se "doblega a las presiones de ningún bando" y que tomó todas la decisión de no declarar una emergencia "basado en las circunstancias actuales (y) en el mejor interés de los ciudadanos de El Paso".