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Deportes

Ashleigh Barty es profeta en su tierra y gana el Abierto de Australia

La tenista número uno del mundo venció por 6-3 y 7-6 y sumó su tercer Grand Slam en tres superficies diferentes

Enero 29, 2022 9:30am

Updated: Enero 29, 2022 9:33am

La mejor clasificada del Abierto de Australia y favorita local, Ashleigh Barty, se recuperó de una desventaja de 5-1 en el segundo set para vencer a Danielle Collins por 6-3 y 7-6 en la final femenina del torneo este sábado, y de esta forma poner fin a una sequía de 44 años para las mujeres australianas sin ganar en su torneo de Grand Slam. Barty es la primera campeona de Australia en individuales femeninos desde Chris O'Neil en 1978.

La presión no existe para de la joven australiana de 25 años, que ha firmado un notable regreso a su carrera después de tomarse un tiempo de descanso, en el que se perdió todos los torneos de Grand Slam entre 2015 y 2016, para dedicarse a su vida personal. Pero con este triunfo como local se asegura ser la número del mundo por 113 semanas, demostrando que hoy es la mejor tenista en la actualidad.

Barty tiene ahora títulos de Grand Slam en tres superficies, añadiendo la pista dura de Melbourne Park a su victoria en hierba en Wimbledon el año pasado y en arcilla en el Roland Garros de 2019. Se une a Serena Williams como las únicas jugadoras en activo del circuito femenino con majors en las tres superficies.

Barty no había perdido ningún set y sólo había cedido un juego de servicio en seis partidos, contra la estadounidense Amanda Anisimova en la cuarta ronda. Por su parte, Collins, de 28 años, era la cuarta estadounidense que se enfrentaba a Barty en cuatro rondas consecutivas. Barty había vencido a Anisimova, Jessica Pegula y la subcampeona del Abierto de Estados Unidos de 2017, Madison Keys, en sets corridos.

Barty se llevó el primer set tras salvar un punto de ruptura en el quinto juego y romper en el siguiente. Pero Collins no se quedó atrás, sino que devolvió con sus potentes golpes de fondo y su juego de alta intensidad, rompiendo el servicio de Barty en el segundo y sexto juego para tomar una ventaja de 5-1.

Collins sirvió dos veces para el set y estuvo a dos puntos de igualar el partido y llevar su primera final de Grand Slam a un set decisivo. Pero en el séptimo juego del set, Collins empezó a perder impulso cuando Barty se adelantó en un segundo servicio y envió una devolución ganadora por la línea. Otra derecha ganadora llegó a la línea de fondo y luego Barty consiguió un punto de ruptura con otra potente derecha.

El partido no estuvo excento de polémica pues Collins se dirigió al juez de silla para quejarse de que la afición del Rod Laver Arena hacía ruido durante el punto y recibió un fuerte abucheo del público que apoyaba a la local Barty. El árbitro pidió a los aficionados que se abstuvieran de gritar durante el juego, como cortesía para ambos jugadores. Pero cuando Collins golpeó un revés fuera para dejar el juego, recibió otro fuerte abucheo del público.

Barty recogió la energía de un pabellón casi lleno, a pesar de las restricciones gubernamentales a la venta de entradas en la pandemia del COVID-19. Ganó cinco de los siguientes seis juegos para forzar un desempate y luego tomó el control al adelantarse por 4-0.

Barty había llegado a los cuartos de final en casa los tres años anteriores y era la primera cabeza de serie por tercer año consecutivo, pero su mejor actuación había sido en semifinales ante la eventual campeona Sofia Kenin en 2020. La presión de las expectativas en casa le pasó factura en el pasado, pero esta vez estaba lista para reinar.